“Cría fama…”, el añejo refrán castellano sirve a la perfección para comentar un plan de Inspección Técnica Vehicular (ITV), anunciado por el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant) y la Dirección General de Alianzas Público-Privadas (DGAPP), que el Colegio de Abogados atacó con un recurso ante el Tribunal Superior Administrativo (TSA).
El Intrant no posee la mejor imagen para que pueda confiarse en sus planes y el colegio igualmente carece del prestigio que supone un gremio de la profesión legal. Sin embargo, es loable que por fin las autoridades decidan cumplir la ley que exige certificar las condiciones de los vehículos que andan por vías públicas. Es excelente manera de sacar de circulación miles de chatarras que son un peligro rodante.
La objeción del colegio alega que hay irregularidades cuya veracidad determinará el TSA. Los sindicatos de transporte incordiarán como de costumbre, pero ojalá el gobierno aplique macana legal (incluido aclarar la denuncia del colegio).
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