Jerusalén.- Decenas de miles de israelíes se manifestaron en la noche de este sábado en diferentes ciudades de Israel, entre ellas Tel Aviv, donde tuvo lugar una de las mayores concentraciones, a favor del acuerdo para la liberación de rehenes que se está negociando en estos momentos y de la celebración de elecciones anticipadas.
El Foro de Rehenes y Familias Desaparecidas, organizadores de la manifestación en Tel Aviv, promovieron para esta ocasión el lema ‘Nunca más es ahora’, en alusión al día en recuerdo del Holocausto que comenzará el domingo por la noche en Israel, y demandaron al Gobierno del primer ministro, Benjamín Netanyahu, que tome la decisión «correcta y valiente» y traiga a los secuestrados a casa.
«Su papel histórico los obliga a aprobar el acuerdo (de tregua) que está actualmente sobre la mesa. Cumplir con sus responsabilidades como líderes», demandó hoy esta organización que representa a familiares de los más de un centenar de secuestrados retenidos en Gaza tras 211 días de guerra.
«Mañana celebraremos el Día de Conmemoración del Holocausto para recordar y no olvidar. Desgraciadamente, todo ciudadano necesita saber y comprender que ese ‘nunca más’ es ahora”, recordó la organización, que le ruega a Netanyahu, al igual que miles de ciudadanos, a que acepte el último borrador de tregua.
En Jerusalén, medio centenar de manifestantes fue enclaustrado a la fuerza por la policía en la plaza Tsarfat, después de marchar por la céntrica avenida de King George, donde ralentizaron el escaso tráfico de la noche del sábado.
«Queremos un acuerdo, una solución política. Esta guerra no nos está llevando a ninguna parte», asegura a EFE, Ilana, una de las participantes en la protesta de hoy.
Ilana, que asegura que todos los viernes participa en concentraciones para pedir el fin de la guerra y que hoy también ha venido a esta, que arrancó por la tarde, considera que el movimiento «que está pidiendo un acuerdo para liberar a los rehenes y que pide la dimisión del Gobierno está creciendo».
«Y espero que sea aún mayor», dice, antes de argumentar que ganar a Hamás no sirve para nada, porque, según ella, en diez años habrá otro ataque, por lo que una solución política es necesaria.
Por su parte, un joven que prefiere no ser identificado subraya: «Estamos aquí para pedirle al Gobierno que nos traiga de vuelta a casa a nuestro rehenes y que pare la guerra».
«Que los traigan a casa, cada minuto es crítico», sentencia.
Las conversaciones avanzan positivamente y se acercan a un principio de acuerdo, si bien las partes todavía no han cerrado ningún pacto definitivo, informaron este sábado a EFE fuentes conocedoras de las negociaciones que tienen lugar en El Cairo.
Este último borrador incluye una primera fase de 40 días de tregua, en la que se liberarán 33 rehenes del total de unos 128 de Israel retenidos por Hamás, mientras que el Ejército israelí se retirará de la Franja de Gaza.
La segunda fase durará otros 42 días y en ella serán liberados los rehenes restantes y se extenderá un proceso de «calma permanente en Gaza»; mientras que una tercera fase también de 42 días, incluirá el intercambio de cadáveres, según las mismas fuentes.
De acuerdo con un alto funcionario de Hamás citado por la cadena catarí Al Jazeera, el hecho de que Netanyahu haya insistido en que Israel entrara en la ciudad de Rafah con independencia de un posible acuerdo es un «elemento clave» que no solo se ha tratado hoy en las conversaciones, sino que implícitamente sugiere que «no habrá alto el fuego y que el ataque continuará, lo cual va en contra de lo que estamos discutiendo», afirmó el portavoz de Hamás, Osama Hamdan, a la cadena catarí.
En ese sentido, y según apunto a EFE una fuente palestina próxima a las conversaciones, el líder de Hamás dentro de Gaza, Yahia al Sinwar, quiere que EE.UU. se comprometa por escrito «al fin incondicional de los combates» en Gaza, algo a lo que se opone Netanyahu, y a que Israel no impida regresar a Cisjordania a los palestinos que sean liberados a cambio de los rehenes.
Hasta el momento, en una Gaza devastada donde más del 70 % de las viviendas han sido arrasadas, unos 34.600 gazatíes ya han muerto, en su mayoría mujeres y niños, y alrededor de 77.900 han resultado heridos, según datos de hoy del Ministerio de Sanidad gazatí, dependiente de Hamás.