REDACCIÓN.- El Consejo de Ministros de Italia aprobó este lunes el estado de emergencia por sequía en cinco regiones del norte del país, como habían pedido sus presidentes, y destinó 36 millones de euros a aliviar la situación, sobre todo de la agricultura, que sufre una falta de agua histórica.
En concreto, se destinan 10,9 millones de euros para Emilia Romagna, 4,2 millones de euros para Friuli Venecia Julia (casi 4,4 millones de dólares), 9 millones de euros para Lombardía (9,4 millones de dólares), 7,6 millones para Piamonte (8 millones de dólares) y 4,8 millones de euros (5 millones de dólares) para Veneto.
Se trata de las regiones más afectadas por la falta de agua del Po -el rio más largo y caudaloso de Italia y que se encuentra bajo mínimos, como no se veía en setenta años- y la falta de nieve este invierno en los Alpes orientales.
Tras el Consejo de Ministros, la titular de Asuntos Regionales, Mariastella Gelmini, aseguró que las ayudas no se quedarán aquí y que ahora se centran en utilizar los recursos europeos para el Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia «dedicados precisamente al fortalecimiento de las redes de agua y el mejoramiento del sistema de riego para proteger la agricultura y los cultivos”.
Italia, que afronta semanas de calor récord que ha aumentado aún más el problema de la sequía, también estaría estudiando el nombramiento de un comisario extraordinario que ponga en marcha las primeras medidas para combatir la falta de agua.
Según datos de la mayor asociación de agricultores del país, Coldiretti, «hay unas 270.000 explotaciones agrícolas en las regiones afectadas por el estado de emergencia (…) Un capital agroalimentario que corre el riesgo de desaparecer bajo los golpes de la sequía, con daños que ya han superado los 3.000 millones de euros», más de 3.100 millones de dólares.
También Umbria y Toscana, en el centro de Italia, han pedido la declaración del estado de emergencia -aún no concedida- ante el estado del lago Trasimeno, una de las más importantes reservas hidrológicas de la zona.
En las regiones de Lombardia, Veneto o Piamonte, los alcaldes están implantando medidas como el racionamiento de agua para regar campos, la prohibición de llenar piscinas y regar jardines privados y cortes de suministro durante las horas nocturnas.