TOKIO.- Las autoridades japonesas decidieron hoy extender hasta mediados de septiembre el estado de emergencia por covid-19 vigente en Tokio y alrededores y ampliarlo a más zonas, cuando queda solo una semana para el arranque de los Juegos Paralímpicos.
Las infecciones están aumentado «a un ritmo sin precedentes (…) y la razón es la variante delta», dijo el primer ministro japonés, Yoshide Suga, en una rueda de prensa en la que explicó los motivos de la extensión de la alerta sanitaria.
Este aumento está causando estragos en la disponibilidad hospitalaria y está aumentando el número de personas que intentan recuperarse en su casa u hoteles, con el consiguiente riesgo de que empeore su salud con un resultado fatal, como informan desde hace días los medios locales.
«Incluso con este ritmo de propagación rápido las personas deben poder recibir atención médica. (…) Debemos asegurar el sistema médico y debemos apresurarnos», dijo Suga sobre el motivo principal por el que se ha optado por ampliar el estado de emergencia.
Tres pilares
Las autoridades japonesas basan su estrategia en tres pilares.
El primero es el fortalecimiento del sistema sanitario, que en las zonas más afectadas, como Tokio, está al límite. Hay muy pocas camas libres para pacientes de covid dada la estructura en el país, con muchas clínicas pequeñas y privadas que son reticentes a aceptarlos, y un importante déficit de personal sanitario.
Suga pidió aumentar los diagnóstico por teléfono y las visitas a domicilios para evitar casos dramáticos. El primer ministro nipón también abogó por el uso de un tratamiento con anticuerpos que ya está siendo distribuido a hospitales y hoteles de recuperación.
En segundo lugar, se intentará reducir en un 50 % los desplazamientos de la gente mediante la promoción del teletrabajo y pidiendo la colaboración de centros comerciales y grandes superficies para que controlen el número de visitantes.
El tercer pilar es la vacunación. En torno al 38 % de la población japonesa ha recibido la pauta completa, un porcentaje que Suga espera que ronde el 50 % a finales de mes y el 80 % en octubre.
Desde que la campaña comenzó a mediados de febrero, «hemos sido capaces de prevenir síntomas graves y las muertes han bajado a un nivel extremadamente bajo», dijo Suga, que pidió paciencia a los nipones ante «la lucha larga contra el coronavirus».
Estaba previsto que el estado de emergencia, el cuarto declarado en Japón, en julio, y que actualmente cubre a Tokio, las colindantes de Chiba, Saitama y Kanagawa, y a Osaka (oeste) y Okinawa (sudoeste), finalizara el 31 de agosto.
A ellas se sumarán el día 20 las prefecturas de Ibaraki, Tochigi y Gunma, circundantes al área metropolitana capitalina; y las de Shizuoka (centro), Kioto, Hyogo (oeste) y Fukuoka (sudoeste), elevando a 13 el número de provincias cubiertas por la alerta.
El estado de emergencia en Japón no conlleva un confinamiento. Las medidas se centran en la reducción del horario comercial de restaurantes, bares o karaokes, a los que además se les pide que no sirvan bebidas alcohólicas para evitar reuniones prolongadas y despreocupadas que los expertos consideran un factor de riesgo.
Las medidas son de carácter voluntario y varían en función de las autoridades locales, que también han pedido reducir desplazamientos y salidas no imprescindibles de una población cada vez más cansada y menos cumplidora por la persistencia de la pandemia.
En este sentido, Suga pidió limitar los encuentros sociales, recudir las visitas al supermercado o no viajar, ante el aumento de infecciones en personas de entre 20 y 50 años, que suponen el 80 % del total y que en muchos casos todavía no han tenido acceso a la vacuna.
Su peor ola de COVID
La extensión de la emergencia sanitaria llega en medio de la peor ola de covid en Japón desde que estalló la pandemia, en marzo de 2020.
Pese a que las cifras en Japón no son tan elevadas con en otros territorios, las infecciones están aumentando rápidamente hasta niveles récord por la propagación de la variante delta y afectando a la disponibilidad de camas hospitalarias.
Japón registró más de 14.800 nuevas infecciones en la víspera y cifras similares en días anteriores, tras haber superado por primera vez un récord de más de 20.000 el pasado día 13.
Sólo en la última semana se contabilizaron más de 110.000 del total de 1,15 millones casos registrados a nivel nacional.
La mayoría de las infecciones se vienen registrando en Tokio y las prefecturas colindantes de Chiba, Saitama y Kanagawa, donde se concentra en torno al 30 % de la población y la mayor parte de las competiciones de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos.
El anuncio se produce, además, justo una semana antes de que comiencen los Juegos Paralímpicos, que se desarrollarán entre el 24 de agosto y el 5 de septiembre y que no contarán en principio con espectadores en ninguna de las competiciones porque la alerta estará vigente en todas zonas en las que hay sedes deportivas.
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