Redacción internacional.- Crear un ascensor que nos lleve al espacio parece algo prácticamente imposible hoy en día, pero no es así. Al contrario, ya hay planes para hacer cuestiones parecidas y uno de ellos tiene como fecha el próximo año 2050. Es decir, quedan algo más de 25 años para que podamos verlo concluido. Se trata de una obra de ingeniería realmente sorprendente pero que podría acelerar de forma increíble la manera en la que se ejecutan los viajes espaciales hoy en día. Sería algo similar a colocar un puerto espacial en órbita y desplazarnos allí sin necesidad de tomar transportes adicionales más allá de un gigantesco ascensor. Así, Japón quiere construir una torre enorme en el espacio que le permita viajar a las estrellas con una facilidad mucho mayor a la que estamos acostumbrados hasta ahora, por lo que no, no parece ser una película de ciencia ficción.
Para ello, este plan que ha resultado ser una apuesta de una empresa privada conocida como Obayashi Corporation ya se ha puesto en marcha e incluso tiene una fecha de finalización relativamente cercana. Vamos a ver en qué se basa.
Obayashi Corporation defiende el fin de los cohetes para viajar al espacio. Así, tienen en mente una de las estructuras más locas que se han planteado en los últimos años, aunque su idea no es para nada nueva como señalan desde Urban Tecno. Al contrario, ya existen otros proyectos similares, pero este ascensor espacial es verdaderamente ingenioso y funciona como la torre más alta de la historia.
La torre se situaría en órbita geostacionaria y contaría en su parte superior con una base de operaciones espaciales.
De momento, parece imposible de llevar a cabo, ya que tiene una serie de desafíos logísticos que parecen desafiar nuestra tecnología actual. La más evidente está en cómo sostener esta estructura y hacerla lo suficientemente liviana como para que pueda sostenerse a tantísima altura desafiando los fuertes vientos y las inclemencias meteorológicas de la parte alta de nuestra atmósfera.
Para empezar porque se necesitan cables para crear este ascensor que puedan sostener los 36,000 kilómetros sobre los que pretende alzarse. No existen cables de acero de ese tamaño y es prácticamente imposible que exista tanto acero en el planeta como para llegar ahí. Así, es prácticamente imposible que ningún material existente pueda lograr algo así, por lo que habría que inventar uno nuevo.
Ante el desafío tecnológico que supone todo esto, la empresa japonesa ha puesto como punto de construcción el año 2050, algo que todavía parece demasiado cercano debido a las dificultades técnicas que implica su desarrollo. Lo que aseguran es que en 2025 comenzarán la construcción y que el proyecto está valorado en 100,000 millones de dólares.
De lograrse, las implicaciones que podría tener de cara al desarrollo de la investigación espacial podrían ser masivas. Sobre todo ahora que la Estación Espacial Internacional tiene fecha de caducidad.
Recibe las últimas noticias en tu casilla de email