REDACCIÓN.- En una entrevista para el programa El Despertador, Játzel Román, vicepresidente ejecutivo del Centro de Análisis para Políticas Públicas, ofreció un análisis detallado sobre la situación en Venezuela, destacando cómo la falta de legitimidad en las elecciones de 2024 ha colocado al régimen de Nicolás Maduro en su momento más precario desde que asumió el poder en 2013.
Además, subrayó el impacto regional de esta crisis y la importancia de que las democracias de América Latina adopten una postura firme.
El 10 de enero es la fecha constitucional establecida para la transición de mando en Venezuela, pero este momento llega en un contexto de incertidumbre y tensión política. Según Román, los acuerdos de Barbados, que generaron expectativas de elecciones justas y transparentes, no se tradujeron en resultados concretos. “Los organismos internacionales que estuvieron presentes confirmaron la falta de transparencia, y las actas que avalarían los resultados nunca se publicaron. Esto agrava aún más la crisis de legitimidad del régimen de Nicolás Maduro”, explicó.
Desde que asumió el poder tras la muerte de Hugo Chávez, Maduro ha enfrentado un creciente rechazo interno. Según Román, en las elecciones de 2024, más del 70% de los votos favorecieron a la oposición, lo que evidencia el debilitamiento del respaldo popular al madurismo. “Ya no se trata de una victoria por un margen ajustado, como ocurrió en 2013; ahora es una clara expresión de rechazo que el régimen no puede ignorar”, afirmó.
Román destacó que la permanencia de Maduro en el poder depende cada vez más del apoyo de aliados internacionales como Rusia y China. Sin embargo, advirtió que incluso este respaldo podría debilitarse ante las crecientes presiones internas y las complejidades geopolíticas globales. “Es difícil imaginar que, en un mundo tan convulso, estos países sigan priorizando el apoyo a un régimen tan debilitado”, señaló.
«Fácil no es, porque si lo fuera, no estaríamos aquí 10 años más tarde. Pero tampoco era fácil cuando Rómulo Betancourt abogaba por la democracia en República Dominicana durante el régimen de Leónidas Trujillo en República Dominicana por 30 años», dijo.
Repito: «La democracia tiene que establecerse donde no ha existido, tiene que perfeccionarse donde ya se ha establecido y tiene que consolidarse donde ya se ha perfeccionado, ese es el guía y uno de los pilares de la política exterior de la República Dominicana».
Román, advirtiendo que no vaticina una inminente caída del régimen de Maduro, señaló que se ha visto cómo países como Siria se pensaban que el liderazgo estaba sólido, hasta que no.
Expresó que actualmente el respaldo de aliados externos actualmente es el «escaso y precario».
El éxodo masivo de venezolanos es uno de los aspectos más devastadores de la crisis. Más de 8 millones de personas han abandonado el país en la última década, convirtiéndose en el mayor desplazamiento en la historia reciente de América Latina. República Dominicana, con una población de 130,000 migrantes venezolanos, es el principal receptor en el Caribe.
“Este fenómeno no solo afecta a Venezuela, sino que ha transformado las dinámicas sociales, económicas y políticas en países receptores. Es un recordatorio de que la crisis venezolana no es un tema aislado, sino un asunto que incide en toda la región”, dijo Román.
El analista hizo hincapié en la necesidad de una respuesta coordinada por parte de los gobiernos de América Latina. “La región debe unirse para garantizar que el poder en Venezuela emane de la voluntad popular. No podemos permitir que un régimen ilegítimo siga afectando la estabilidad hemisférica”, afirmó.
Román elogió a República Dominicana por su posición en defensa de la democracia en América Latina, recordando el legado de figuras como José Francisco Peña Gómez, quien abogó por elecciones libres en momentos de crisis en la región. “República Dominicana debe seguir siendo un faro de luz democrática, promoviendo valores de libertad y derechos humanos”, enfatizó.
El país será anfitrión de la Cumbre de las Américas este año, un evento que Román considera una oportunidad clave para liderar discusiones sobre democracia y derechos humanos en el hemisferio. “Este es un momento en el que República Dominicana puede desempeñar un papel protagónico en la promoción de la estabilidad regional”, señaló.
Román concluyó subrayando la urgencia de actuar de manera coordinada para abordar la crisis venezolana. “No se trata solo de criticar al régimen de Maduro, sino de tomar medidas concretas para apoyar al pueblo venezolano y garantizar que la democracia prevalezca. La legitimidad del poder debe provenir del voto popular, y cualquier otra vía es inaceptable”, afirmó.