Joven de 29 años lucha contra un fibroma mandibular y necesita ayuda para obtener prótesis

SANTO DOMINGO.- Tras dos décadas de lucha con un fibroma en su rostro y luego de someterse a 11 procedimientos quirúrgicos, una joven mantiene viva la esperanza de encontrar la ayuda necesaria para poder adquirir una prótesis mandibular que le permita continuar con vida.

Ella es Elizabeth Martínez Acevedo. Cuando apenas tenía 9 años de edad, comenzó a sentir los síntomas de una terrible enfermedad que dio a su vida un giro inesperado.

“Empecé a sentir un tumor en esa parte, lo sentía y me dolía cuando tomaba agua o algo caliente. A veces no podía masticar y también me dolía la garganta. Amanecía con la cara hinchada. Luego, mi mamá me llevó al hospital y le dijeron que era un fibroma. Esa fue la primera cirugía”, narró Elizabeth a Noticias SIN.

Desde entonces, Elizabeth lleva 20 años batallando contra el fibroma mandibular, una lesión benigna de crecimiento y tumefacción deformante de evolución lenta que afecta los maxilares, principalmente en la región posterior de la mandíbula, por lo que ha tenido que ser sometida a 11 procedimientos quirúrgicos.

Elizabeth encuentra su mayor motivación e impulso en su pequeña hija Abigail, quien, con apenas seis años, le expresa su sueño de ser azafata, un anhelo que su madre desea ver hecho realidad. Martínez expresa que “siempre he tratado de sacar a mi niña adelante con sus estudios. Es una niña muy obediente y aplicada, y yo le pido a Dios que me ayude a verla crecer y que sea alguien de bien en el mañana”.

La joven de 29 años ha realizado distintos cursos técnicos como cajera bancaria y secretariado ejecutivo, lo cual le ha permitido trabajar. Sin embargo, en esta ocasión está desempleada y no cuenta con los recursos para costear el alto costo del procedimiento y la prótesis mandibular que necesita.

Para ayudar a Elizabeth, usted puede comunicarse al teléfono (849) 376-4224.

“La doctora me dice que hay que hacerla rápido, porque si no, eso seguirá comiendo el hueso de la cara hasta llegar al cerebro, y no sería bueno”, lamentó Elizabeth.