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La “Cogioca” y el dispendio del “Sangrú”

Narciso Isa Conde.

La “cogioca” y el dispendio de Euclides Gutiérrez Félix al frente de la Superintendencia de Seguros va mucho más allá del tema de no pagar  3.2 millones de pesos de luz y toca la forma prepotente y dolosa del manejo del presupuesto de esa entidad y, sobretodo, del patrimonio de Segna y Latinoamericana de Seguros, dos aseguradoras intervenida por el Estado.

Sí, Euclides Gutiérrez Félix, además de no pagar los tres millones de pesos que debe de electricidad, de gastar centenares de miles de pesos ajenos en restaurantes y borracheras, de sobrevaluar la compra de un solar y exhibir  en forma arrogante su condición de insigne e impenitente “sangrú”,  está apropiándose progresivamente y manejando a  su antojo el patrimonio recuperado de intervenida aseguradora SEGNA, destinado por ley al pago de sus deudas en vista de su liquidación forzada.

SEGNA, otrora perteneciente al Banco Nacional de Créditos (BANCREDITO), propiedad de Arturo Pellerano, entró en proceso de liquidación después de la quiebra fraudulenta de esa entidad financiera.

La Superintendencia de Seguros, actuando como “agente liquidador” de esa empresa, recuperó unos  1,400 millones de pesos y varios inmuebles de su patrimonio y pagó unos 600 millones de la deuda contraída por ella, al punto que a diciembre del 2009 sus “activos” rondaban los 800 millones pesos y sus “pasivos” unos 900, situación realmente “manejable”.

Modalidad del robo mayor.

Pero poco antes de esa fecha al señor Euclides Gutiérrez, contando con la complicidad de su subalterno Víctor Guzmán Velazquez y de otros integrantes de su clan, optó por manipular a su favor los fondos disponibles en la cuenta de SEGNA registrada en el BHD con el “código # 01”.

Con esos fines se inventaron la tesis, con cierta complicidad del referido banco privado (algo que no lograron plenamente en el BANRESERVA) de que esos fondos pertenecían a la Superintendencia de Seguros y podían ser manejados al antojo de su gerencia despótica.

Con esos fines ordenó disminuir en extremo los pagos a los acreedores de SEGNA, al punto de solo destinar a ese renglón 23 millones de pesos en el 2009 y una suma parecida en el 2010; recurriendo incluso a la desfachatez de borrar de  la lista oficialmente registrada a los/as reclamantes de  Latinoamericana de Seguros, para así obstruir el proceso.

El propósito de esa determinación fue variar la obligación legal por el interés de apropiarse de parte de esos recursos, con el pretexto de la “necesidad” de dotar a esa entidad de un nuevo edificio. Entre el solar y la nueva construcción calcularon disponer de más de 700 millones a costa de la suma recuperada para la realización de la liquidación de SEGNA.

Lo relativo al solar ya se consumó y de la peor manera, puesto que esa operación le ha permitido a Euclides Gutiérrez apropiarse -sin justificación ni comprobación de destino- de varios millones de pesos extras.

Esa propiedad, adquirida violando la ley 3-40 sobre compra del Estado, ubicada en la esquina Moisés García con Félix Mariano Lluberes de esta ciudad, fue valorada un año antes en 53 millones de pesos y la Superintendencia la compró en 111 millones en el 2009, para una diferencia de 58 millones Y para esos fines cancelaron certificados en el Banco de reservas por 52 millones de pesos y registraron para pago del solar 44 millones, quedando 8 millones sin justificación alguna.

Algo parecido hizo Euclides con los dineros provenientes de la venta del edificio de Santiago de Latinoamericana de Seguros, otra de las aseguradoras intervenidas: entonces depositó 20 millones en el Banco Central y dejó en su poder, también sin justificación, los otros 10 millones de pesos.

Los fondos de la cuenta registrada con el código # 01 del BHD no son, repetimos, de la Superintendencia de Seguros. Son fondos específicamente destinados a la realización de una “liquidación forzosa” en los términos definidos en el artículo 195 de la Ley 146-02. En caso de que la recuperación sobrepasare los compromisos contraídos con las personas aseguradas y las empresas reaseguradoras, los dineros restantes deben indefectiblemente depositarse en un “fondo de contingencia” y/o en el Banco Central; jamás disponer la SS y su “jefe” de esos recursos.

Corrupción morada aplasta principios bochistas.

Esa razón legal llevó a Daniel Toribio, ex gerente del BANRESERVA, a  no aceptar la “fórmula” mañosa de Euclides, de la que si se ha hecho cómplice hasta el presente el BHD, por lo que se ha convertido en el banco preferido por Euclides en detrimento del banco comercial del Estado.

Oponerse a la misma le costó el cargo a la licenciada Suzi Lora Nouel, funcionaria de la Superintendencia, quien  más tarde no vaciló en aportar argumentos demoledores y riesgosa dignidad, escribiendo incluso un emotivo artículo titulado:”Me apagaron la estrella, compañeros”, preguntándole con el corazón en las manos  a los peledeístas “¿Qué ha pasado con las virtudes de las que nos enorgullecíamos”

En lo concreto, este señor de la gran corrupción morada –además de manejar el presupuesto como botín y apropiarse de los dineros distraídos a través de la compra dolosa del solar mencionado y la venta manipulada del edificio de Latinoamericana- pretende disponer de más de 600 millones de pesos para construir el nuevo e innecesario local de la entidad que dirige, lo que le permitiría a él y su clan apropiarse de uno 200 o 240 millones pesos adicionales por concepto de la correspondiente sobre-valuación de las obras que el Estado realiza grado a grado. Por eso su empecinamiento en no pagar las deudas de SEGNA a asegurados y reaseguradoras, y considerar esos fondos prácticamente como propios.

Agarrado con las “manos en la masa” -con pruebas que también están en nuestro poder- Euclides, que se empeña en fungir de costoso seudo-héroe nacional, se aferra a su prepotencia de corte trujillista y a la concepción que entiende el patrimonio del Estado como patrimonio de sus funcionarios.

Al tiempo que sus inversiones en los Mogotes se multiplican, donde  se recrean no pocos “mogotuses” del Comité Político peledeísta protegidos por Leonel y acogidos por Danilo (Melanio Paredes, Reinaldo Pared, Francisco Javier García y otros, amén de lo de Galán en San Cristóbal, Alejandrina en Jarabacoa y Roberto Salcedo en Metro Country Club.), se multiplican sus insultos y arrogancias contra Nuria Piera y Alicia Ortega y todos aquellos que desde la verdad, pruebas en mano, ponen al desnudo su corrupción y megalomanía.

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