Santa Cruz de La Palma (España).- A punto de cumplirse 40 días de la erupción del volcán de la isla española de La Palma, los equipos de emergencia siguen pendientes del avance de las múltiples coladas de lava que se han ido formando, en particular de la que avanza por el sur, que se ha reactivado y devora terreno a seis metros por hora.
En estos momentos, esa colada, que el comité científico denomina con el número 3, es la más activa, ha arrasado nuevas edificaciones, se mueve por un llano y puede llegar a afectar a la pista que se utiliza para llegar a Puerto Naos, localidad turística de la costa evacuada prácticamente desde el inicio de la erupción.
En total, desde el 19 de septiembre, en que se inició la erupción, los diferentes ríos de roca fundida generados por el volcán en Cumbre Vieja han destruido ya 2.183 inmuebles de diferente tipo, a los que pueden sumarse en breve otros 113, que se encuentran en zona catalogada como de riesgo.
PENDIENTES DE LAS COLADAS DE LAVA
La superficie cubierta por la lava supera ya las 905 hectáreas y el número de evacuados sobrepasa los 7.000.
Preocupa la reactivación de la colada sur, aunque los responsables del Plan Especial de Protección ante Riesgo Volcánico (Pevolca) confían en que al ir «engullendo» la lava todo lo que se interpone en su camino -entre otras cosas, ingentes cantidades de ceniza del propio volcán-, su avance se ralentice.
Esta colada se ha llegado a mover a unos 20 metros por hora, aunque a las 16.00 GMT su movimiento era de 6 metros por hora, según ha comprobado el Instituto Volcanológico de Canarias.
Del resto de las coladas, la número 7 es la que más se acerca al mar, aunque se desconoce cuando podrá alcanzarlo, mientras que la colada número 8, que afecta por el norte al barrio de La Laguna, se encuentra parada desde hace días pero es imposible que los vecinos evacuados puedan volver a sus casas, ya que «pende de un hilo» la posibilidad de que reciba nuevos aportes magmáticos.
PREOCUPA LA CALIDAD DEL AIRE
Los avisos a la población por la calidad del aire se han convertido en una de las prioridades del Pevolca en los últimos días. Se está preparando un sistema de semáforos con medidas específicas de protección para facilitar la comprensión de las distintas alertas.
En los últimos dos días la presencia de dióxido de azufre ha superado los umbrales de aviso en episodios registrados en varios municipios de la isla.
El miércoles, el umbral de dióxido de azufre se superó en tres ocasiones y también se superó el valor límite diario, aunque este jueves la tendencia es a la baja, al igual que en el resto de estaciones medidoras.
En todo caso, al menos durante las próximas 36 a 48 horas se prevé que el viento siga soplando desde el norte, lo que aleja y dispersa el penacho de cenizas hacia el suroeste y el oeste, situación favorable para la operatividad del aeropuerto.
La sismicidad se mantiene en los mismos parámetros que en días anteriores, con temblores en profundidades medias (de 10 a 15 kilómetros) y altas (más de 20) y magnitudes en torno a 3,5, con la mayor de 4,8 en capas profundas, e intensidades de hasta IV (sobre un máximo de XII).
La deformación del terreno registrada hace dos días en la estación geodésica más cercana al cono principal del volcán ha revertido completamente y en el resto de estaciones no hay deformaciones.
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