Un cordial saludo a todos mis queridos lectores.
Hay una palabra que la usamos muy frecuentemente y esa es la palabra CASUALIDAD. Yo personalmente no creo en las casualidades, yo creo en las DIOSIDADES que son las cosas de Dios.
Nosotros cuando las cosas nos salen bien o como pensamos y queremos, decimos: “Que casualidad que apareció lo que buscaba”. “Que casualidad que necesitaba unos zapatos negros y en tal tienda los encontré”. “Que casualidad que me alcanzo el dinero para comprar lo que necesitaba”, y así otra cantidad de cosas que nos suceden en la vida y que se lo achacamos a la casualidad.
Dice la Palabra de Dios en la Carta de San Pablo a los Romanos, Capitulo 8, Versículo 28: “Sabemos además, que Dios dispone todas las cosas para el bien de los que lo aman, de aquellos que El llamo según su designio”, y entonces porque no podemos decir: “Gracias a Dios que apareció lo que buscaba”, “Gracias a Dios que en tal tienda encontré los zapatos negros que estaba buscando”, “Gracias a Dios que me alcanzo el dinero para comprar todo”, “Gracias a Dios por esto y por lo otro”.
Así vamos haciendo de todo lo que acontece en nuestra vida una casualidad, y cabe hacernos la siguiente pregunta: ¿Qué papel juega Dios en nuestra vida? ¿O es que nosotros nacimos también por una casualidad y no por la gracia de Dios? Yo verdaderamente no lo creo, porque cuantas parejas quisieran tener familia y no la tienen, y si estuviéramos aquí por casualidad todos tuvieran familia. Yo no sé ustedes, pero yo estoy completamente convencido que no vine al mundo por casualidad, Dios me trajo a este mundo para que yo cumpliera una misión, ahora está en mi encontrarla y cumplirla honestamente y a cabalidad.
Mis queridos lectores, no es una casualidad que yo haya escrito sobre este tópico y que ustedes lo estén leyendo, recuerden siempre, Dios les ha dado a ustedes el don de leer y entender, cada cual tiene un don o varios dones y los mismos vienen de Dios, ellos no se nos fueron dados por casualidad.
Ah, y les pido que no lean mis artículos por casualidad, sino porque los escribo pensando que en algo pueden ayudarles, aunque sea un poquito a crecer, y además los escribo con mucho cariño para todos ustedes.
Termino con unas palabras del Libro de los Salmos, Capitulo 24, Versículo1, que dice así: “Del Señor es la tierra y cuanto la llena, el orbe y sus habitantes”
Hasta la próxima y muchas bendiciones para todos.