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Batalla Electoral 2024

La catadura de los que mataron a Alfonso Cano y la digna reacción de las FARC-EP

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El comandante Alfonso Cano (FARC), ya en el más allá, debe sentirse orgulloso de ingresar a la galería de los héroes y heroínas de nuestra América. Nosotros/as también por haber defendido su condición de revolucionario y comunista ejemplar y haberlo considerado junto a Manuel Marulanda, a Raúl Reyes, Jorge Briceño e Iván Ríos como comandantes de la revolución  continental y admirables militantes de la causa bolivariana y guevarista.

Pero mas aun por haber enfrentado la infinita maldad de quienes finalmente-apoyados por la mas alta tecnología de exterminio del planeta y una enporme movilización de tropas, aviones y helicóptero de la última generación- lograron localizarlo en la selva (en la que llevaba décadas combatiendo), perseguirlo y acribillarlo.

Los matadores de Alfonso son autores de las mayores masacres de la historia colombiana. Y sus padrinos, responsables de genocidios en Vietnam, Latinoamérica, Irak, Afganistán, Palestina, Líbano, África, Indonesia… amenazan descargar sus bombas destructivas sobre Siria e Irán y apuntan cañones contra Cuba y Venezuela.

Son creadores del para-militarismo, de los descuartizamientos con motosierras y las horripilantes masacres ocultadas en fosas comunes: los Uribe (ex presidente),  Santos (presidente),  Montoya (ex jefe del éjército y ex embajador aquí,  Padilla (ex jefe del ejército), Cely (ex jefe del ejército y actual embajador aquí)… La trulla de generales asesinos entrenados por Mossad, CIA, Pentágono, DEA… Son seres con aberraciones tan horripilantes como usar las cabezas de sus victimas como pelota de fútbol.

A  punto de brotar están las responsabilidades de personeros de esa calaña en tales fechorías, entre ellos el general Montoya, el ex presidente Uribe y el presidente Santos.

Las confesiones de capos paramilitares -abandonados por sus jefes políticos- ya están anunciadas en Fiscalía General y no dejan dudas sobre estas culpabilidades. Entre ellas vale referirnos a las que están prestos a detallar éstos testigos de excepción:

Juan Guillermo Monsalve Pineda: miembro de la estructura criminal que operó en finca Guacharaca, está dispuesto a presentar pruebas y  lugares de  9 fosas.

Fernando Alonso Maturana: integrante del bloque “Cacique Nutibara”, ha presentado testimonios sobre hornos crematorios ante la Fiscalía 45 de Medellín y, por no confiar en esa instancia (filtraciones), va a dar datos a la Fiscalía General sobre vínculos de policías de alto rango, políticos de Antioquia, empresarios y fosas comunes en Medellín.

Jhon William López (Memín): responsable de múltiples crímenes ordenados por políticos de Antioquia y de Medellín.

Jorge Alejandro García: condenado por dos asesinatos que no cometió. Responsable de otros 100, los cuales asume, responsabiliza a los políticos autores intelectuales.

Julio Perdomo: recibió y conoce órdenes de asesinatos de parte de un alto político de Antioquia.

Néstor Abad Giraldo: guardaespaldas de Álvaro Uribe, conoce de asesinatos ordenados por el ex –presidente, despojo de tierras y testaferros.

Wilson Andrés Herrera Montoya: guardaespaldas de Álvaro Uribe, conoce de órdenes de otros asesinatos y fosas.

Juan Carlos Villa Saldarriaga: participó del “Cacique Nutibara”, conoce “Operación Orión” dirigida por Montoya (Comuna 13 de Medellín, mas de 2000 muertos), informará sobre 75 fosas y políticos, militares y empresarios implicados  en esos hechos.

Fabio Orlando Acevedo: conoce de relaciones criminales de políticos, de Álvaro Uribe y empresarios con el para-militarismo.

¿Quienes son los bandidos,  terroristas y narco-terroristas?

EL comunicado de las FARC  titulado “Cayó en combate”, anunciando su reemplazo por el cdte. Timoleón Jiménez

A los guerrilleros de las FARC-EP

A las milicias bolivarianas

Camaradas:

El 4 de noviembre cayó en combate el comandante de las FARC Alfonso Cano en las montañas del Cauca del municipio de Suárez. Desde hacía dos años lo perseguía una jauría de más de 7.000 hombres guiados por tecnología militar de punta y una flotilla de aviones y helicópteros, bajo las órdenes de asesores militares estadounidenses, mercenarios israelíes y el alto mando militar.

Los guerrilleros de las FARC nos sentimos orgullosos de que el comandante haya caído peleando en el campo de combate y muerto como mueren los verdaderos jefes militares, los héroes del pueblo, los valientes. Mostrando con su grito de guerra y con el plomo, con su ejemplo, que así mueren los hombres y las mujeres cabales, consecuentes con lo que piensan, y que juraron por la justicia y la dignidad del pueblo, pelear hasta las últimas consecuencias. Éste es el ejemplo que llevarán galvanizado siempre en la conciencia los guerrilleros de las FARC que han jurado vencer, y vencerán.

No hay muerte más hermosa que la que sobreviene peleando por la libertad, por una causa altruista, colectiva, vislumbrando en su sueño, como Alfonso, la Nueva Colombia, la de la dignidad humana, la del empleo, la de la educación y la salud gratuitas, la de la soberanía del pueblo, de la tierra para los campesinos, de la vivienda para los que carecen de ella, una patria nueva, socialista, justiciera, bolivariana, propulsora de la concreción en el continente de una Gran Nación de Repúblicas hermanas.

Esos pobres analistas y políticos mediocres, aduladores del poder, que hoy hablan del derrumbe de las FARC ante la muerte del comandante, son tan ignorantes que ni siquiera merecen el gesto de nuestro desprecio. No se resquebrajó el mito de Alfonso Cano, como afirman perdidos en la borrachera de su triunfalismo. No han logrado advertir que la imagen de Alfonso caído en combate en la vereda Chirriaderos crece como arquetipo y es motivo del más encumbrado orgullo fariano y de un pueblo que ha sido capaz de producir comandantes luminosos. Están tan perdidos, que todavía celebran la muerte del más ferviente partidario de la solución política y la paz.

La moral del guerrillero fariano siempre se crece en la adversidad porque es de estirpe bolivariana y marulandiana. Aquí hay conciencia, anhelo incandescente de combate y de victoria. Todo por la dignidad de un pueblo, por su libertad. Pierden su tiempo, alucinan, los que sueñan con la claudicación y desmovilización de la guerrilla.

Crecerá el raudal sonoro de la protesta y la movilización popular que hoy asusta a la oligarquía neoliberal que lacera la soberanía con su política de “seguridad”, que contra Colombia y su gente, favorece la inversión y los intereses de las transnacionales. Que empiecen a temblar los usurpadores del poder que hasta hoy se han negado a pagar la inmensa deuda social contraída con el pueblo. La indignación está recorriendo el mundo en medio de la crisis sistémica del capital. Pueden estar seguros que no podrán detener el fuego insurgente contra la tiranía, por la paz, y que la guerrilla redoblará su trote hacia la victoria con las banderas del Movimiento Bolivariano desplegadas al viento, con el pueblo.

Queremos informarles que el camarada Timoleón Jiménez, con el voto unánime de sus compañeros del Secretariado, fue designado el 5 de noviembre, nuevo comandante de las FARC-EP. Se garantiza así la continuidad del Plan Estratégico hacia la toma del poder para el pueblo. La cohesión de sus mandos y combatientes, como decía Manuel Marulanda Vélez, sigue siendo uno de los más importantes logros de las FARC.

Comandante Alfonso Cano: sus lineamientos en el campo militar y político, serán cumplidos al pie de la letra.

¡VIVA LA MEMORIA DEL COMANDANTE ALFONSO CANO!

HEMOS JURADO VENCER, Y VENCEREMOS.

 

     Secretariado del Estado Mayor Central de las FARC-EP

Montañas de Colombia, noviembre de 2011

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Ya lo dijimos: las FARC-EP son un cuerpo nacional con  muchas cabezas. Con un liderazgo colectivo impresionante. Entre los grandes méritos de Manuel Marulanda está la construcción de ese liderazgo no caudillista y esa extraordinaria capacidad de relevo y reproducción. Se trata de una fuerza político-militar, de un partido comunista clandestino, de un cuerpo de milicias, de un movimiento bolivariano clandestino con profunda raíces en la sociedad urbana y rural y en todas las generaciones.

Y una fuerza así no se destruye eliminando uno u otro de sus dirigentes. Su razón de ser brota de una dramática realidad social y política que no ha sido superada y que la propia FARC tendrá que ser un componente imprescindible para  su remonte.

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