REDACCIÓN.- En el Día de San Valentín, dedicado al amor y la amistad, muchas parejas celebran con cenas románticas y el intercambio de regalos y detalles que muestren cariño.
Sin embargo, para otras personas este día puede evocar sentimientos de tristeza, soledad y melancolía, según indica la psicóloga Virginia Pérez.
San Valentín pone un enfoque marcado en las relaciones románticas, lo cual puede ser un desafío para aquellos que no cumplen con los ideales impuestos por la sociedad sobre este día. Según la psicóloga Pérez, es común que algunas personas sientan una presión social significativa. “Las expectativas sobre lo que se debe sentir y vivir en este día pueden generar sentimientos de frustración y tristeza, especialmente si no se alcanzan esos ideales románticos», comenta.
Otro factor que afecta a muchas personas durante San Valentín es la sensación de soledad. Ya sea por la falta de una pareja o por no estar rodeados de relaciones cercanas, la psicóloga afirma que este sentimiento puede intensificarse en un día cargado de simbolismos.
«Para aquellos que se encuentran solteros/as, puede haber un fuerte sentimiento de exclusión. A menudo, algunos se sienten presionados a cumplir con expectativas ajenas, como contactar a un ex o involucrarse con alguien por el simple hecho de evitar la soledad», asegura Pérez. Sin embargo, este tipo de decisiones solo refuerzan la tristeza al llenar vacíos existenciales de manera superficial.
También, algo que desencadena tristeza en San Valentín son las experiencias dolorosas previas, como un duelo o un desamor reciente. Este tipo de vivencias, cargadas de dolor, pueden hacer que el Día de San Valentín se convierta en un recordatorio doloroso de lo que se ha perdido. Pérez advierte que «las fechas significativas, como este día, pueden revivir recuerdos y emociones no resueltas, lo que intensifica el sentimiento de tristeza y melancolía.»
Las altas expectativas que las personas suelen tener sobre lo que debe suceder en San Valentín también pueden generar decepción. «Esperar demasiado de la fecha puede ser un riesgo emocional», explica la psicóloga. «Si las expectativas no se cumplen, se puede caer en la desilusión y la tristeza.»
El amor propio como respuesta
Pérez hace un llamado a la reflexión y a la autoaceptación durante este día. «La actitud con la que se enfrente San Valentín puede marcar la diferencia. Este día también puede ser una oportunidad perfecta para practicar el amor propio y recordar que no necesitamos una pareja o validación externa para sentirnos completos».
El Día de San Valentín, entonces, puede ser mucho más que un día para celebrar el amor romántico. Es una oportunidad para redescubrir el valor personal, reflexionar sobre nuestras relaciones y abrazar la importancia del amor hacia uno mismo.
En lugar de compararse con los demás o ceder a las expectativas sociales, el Día de San Valentín puede ser una invitación para fortalecer el amor propio y, así, transformar lo que podría ser una fecha difícil en una oportunidad de crecimiento y bienestar emocional.
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