Redacción internacional.- En los primeros años de la década del 2000, Sean “Diddy” Combs era una de las figuras más influyentes del mundo de la música y el entretenimiento, conocido tanto por sus éxitos en la industria como por sus extravagantes fiestas llenas de celebridades. Según su ex representante Rob Shuter, el rapero estaba obsesionado con dos miembros de la realeza británica: los príncipes William y Harry.
Shuter, que trabajó con Combs entre 2002 y 2004, afirma que durante ese tiempo recibió instrucciones para invitar a los príncipes a las fiestas del rapero más de diez veces. Sin embargo, a pesar de las generosas ofertas de Combs de cubrir todos los gastos, incluyendo seguridad y alojamiento, los príncipes nunca aceptaron las invitaciones.
Diddy, quien se considera a sí mismo como un “rey” en la industria del entretenimiento, soñaba con tener a dos príncipes reales en su círculo. Sin embargo, los intentos de Combs de acercarse a William y Harry fracasaron. “Ellos nunca aceptaron las invitaciones, nunca fueron parte de su mundo”, declaró Shuter a BBC News. El rapero, no obstante, mantenía fotografías enmarcadas de ambos en su apartamento de Nueva York, como un símbolo de su extraña obsesión por la realeza británica.
Lo que en su momento parecían ser eventos glamorosos, ahora están bajo un escrutinio legal. Las fiestas de Diddy Combs han sido vinculadas a graves acusaciones de tráfico sexual y crimen organizado. En septiembre de 2023, el rapero fue arrestado y acusado de tráfico sexual y extorsión, tras denuncias de que en sus eventos privados, llamados “freak offs”, se orquestaban agresiones sexuales. Según los fiscales, en estas fiestas se drogaba a hombres y mujeres, quienes luego eran coaccionados a participar en actos sexuales con trabajadores sexuales contratados por el propio Combs.
El arresto de Sean “Diddy” Combs en septiembre de 2023 marcó un punto de inflexión en la percepción pública del artista. Hasta ese momento, su imagen había sido la de un magnate de la música, respetado por su capacidad para crear éxitos y su dominio del mundo del entretenimiento. No obstante, las múltiples denuncias de abuso y las investigaciones federales por tráfico sexual y crimen organizado han ensombrecido su legado.
En marzo de 2024, las propiedades de Combs en Los Ángeles y Miami fueron allanadas por agentes federales como parte de la investigación en curso. Mientras tanto, el rapero permanece en el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn, a la espera de su juicio, programado para mayo de 2025.
La gravedad de las acusaciones ha causado un gran revuelo mediático, especialmente debido a las conexiones de Combs con figuras públicas influyentes. Aunque Harry no ha sido acusado de ningún delito ni parece estar relacionado directamente con las acusaciones, la mera mención de su nombre ha añadido un nuevo matiz de controversia a la situación del rapero. William y Harry no han hecho declaraciones al respecto y su relación con Diddy parece haberse limitado a un encuentro social en el pasado.
El nombre del príncipe Harry ha sido mencionado en una de las demandas recientes contra Combs, aunque no en calidad de acusado. El excolaborador del rapero, Rodney “Lil Rod” Jones, quien lo demandó por acoso sexual en 2024, incluyó en su declaración que Combs solía presumir de tener acceso a figuras influyentes, mencionando entre ellas al príncipe Harry.
A pesar de esto, no hay evidencia de que Harry o su hermano William hayan asistido alguna vez a las fiestas privadas de Combs. De hecho, el último encuentro documentado entre los príncipes y el rapero fue en 2007, durante el concierto para la princesa Diana en Londres, un evento benéfico en honor a su madre.
Con Sean “Diddy” Combs enfrentando cargos por tráfico sexual y crimen organizado, su vida pública y carrera han sufrido un golpe devastador. Lo que una vez fue sinónimo de éxito, riqueza y celebraciones lujosas, ahora está manchado por acusaciones graves que podrían poner fin a su reinado en la industria del entretenimiento. Las fiestas que solían atraer a estrellas de todo el mundo han dejado de ser eventos glamorosos y se han convertido en el centro de una investigación que revela un lado oscuro detrás del lujo y la fama.