Roma.- La madre del genio renacentista Leonardo Da Vinci fue una esclava de orígenes caucásicos, según revela el libro «Il sorriso di Caterina» presentado hoy y escrito por el historiador italiano Carlo Vecce a partir del descubrimiento de un documento en los Archivos de Florencia (norte de Italia).
Leonardo, emblema de artista polifacético del Renacimiento, nació en 1452 fruto de una relación ilegítima entre un rico notario de la República florentina, ser Piero, y de Caterina, una campesina de orígenes humildes de la que poco o nada se sabe.
El historiador italiano Carlo Vecce ha profundizado en la figura de esta mujer, de quien los sectores académicos habían barajado en los últimos años que fuera una esclava, una hipótesis hasta la fecha con escaso respaldo documental.
Vecce, colaborador en el pasado del gran experto en Leonardo Carlo Pedretti, afirma en un comunicado haber descubierto en los Archivos de Estado de Florencia un documento que confirmaría ese origen esclavo de Caterina.
Se trata del «acta de liberación» de Caterina por parte de su última señora, una tal Monna Ginevra, que dos años antes la había adquirido como nodriza a un caballero florentino.
El documento, datado el 2 de noviembre de 1452 (seis meses después del nacimiento de Leonardo), está escrito «de puño y letra» del notario Piero Da Vinci, el hombre del que antes se había quedado embarazada, el padre del futuro creador de la «Mona Lisa».
Pero, ¿cómo llegó esta mujer hasta la próspera tierra de Florencia? Vecce explica que la esclavitud también fue un sistema en las repúblicas itálicas del Medievo, sobre todo para los mercaderes venecianos y genoveses que comerciaban con seres humanos.
En Florencia, alega el historiador, el mercado demandaba sobre todo mujeres jóvenes cuyo destino era servir como nodrizas, cuidadoras, concubinas o esclavas sexuales.
Caterina supuestamente fue «reclutada» por Donato di Filippo di Salvestro Nati, viejo «aventurero» florentino y esposo de Monna Ginevra, que «poseía esclavos en Oriente Próximo y en la región del Mar Negro».
Vecce plantea que Caterina era una circasiana (región del Cáucaso septentrional) hija de Jacob y que fue arrancada de su tierra natal, a orillas del Mar de Azov, cuando era solo una niña y trasladada a Italia.
La documentación recabada por el autor del libro sostiene que las vidas del genio de genios, de sus padres y de los supuestos «dueños» de su madre quedaron para siempre vinculadas.
El marido de Monna Ginevra murió en 1466, pero poco antes había invertido su dinero en la construcción de un panteón familiar en el convento de San Bartolomé de Monteoliveto y el acta notarial de esta obra aparece de nuevo firmado por Ser Piero.
Precisamente Leonardo lega a la sacristía de esta abadía una de sus obras de juventud, «La Anunciación» (1472-1475). Actualmente ese cuadro está en la Galería de los Uffizi de Florencia.
«No es una casualidad», sostiene el historiador en la nota.
El libro, presentado este martes en Florencia, ha sido escrito a modo de novela pero Vecce insiste en que «todo lo que hay dentro» del volumen es «real, incluso el nombre de los protagonistas».
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