Ginebra.- La escasez global de chips que trajo la pandemia de COVID, que afectó a multitud de sectores, ha generado planes de reubicar la industria de semiconductores, hoy dominada por Asia, hacia EEUU y Europa, aunque la Organización Mundial del Comercio (OMC) teme que nazca con ello un nuevo «tecnonacionalismo».
Así lo dio a entender hoy la directora general del organismo, la nigeriana Ngozi Okonjo-Iweala, en su intervención en el Foro de Davos, donde manifestó el temor a que las políticas «vayan demasiado lejos» en los planes estratégicos para apoyar la industria local de los chips en EEUU y la UE.
«Entiendo el intento de garantizar las cadenas de suministro y diversificar riesgos, pero habría que ser cautelosos e intentar no ir demasiado lejos a la hora de controlar (desde los gobiernos) las industrias», subrayó Ngozi en un diálogo sobre el futuro de las redes manufactureras globales tras su crisis de los últimos dos años.
CHIPS DE VUELTA A OCCIDENTE
Ngozi hizo esta advertencia en el mismo foro en el que horas antes la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció una futura «ley europea de chips» con la que se busca reducir la dependencia del bloque en las importaciones de esta tecnología clave desde terceros países.
Esta ley sería una respuesta estadounidense a la «Chips Act», actualmente en debate parlamentario y que subsidiaría la antaño potente industria de semiconductores norteamericana, hoy superada por la competencia de Taiwán, Corea del Sur y China.
Estados Unidos, que pasó de producir el 37 % de los chips globales en los años 90 al 12 % actual, persigue recuperar la cuota de hace tres décadas, y la UE, que cayó del 44 % a menos del 10 % en el mismo periodo, busca al menos una cuota del 20 %.
El consejero delegado de Intel, Pat Gelsinger, también participante en Davos, animó las iniciativas que preparan Washington y Bruselas para impulsar un competitivo mercado al que la COVID-19 afectó no sólo paralizando el transporte sino digitalizando mucho más las sociedades, a partir de los confinamientos masivos.
NUEVAS PLANTAS DE INTEL
«Todo se ha vuelto digital y todo necesita semiconductores», subrayó el ejecutivo, quien adelantó que próximamente su firma anunciará la creación de dos nuevas grandes plantas de producción, una en Europa y otra en EEUU, que se añadirán a las de Irlanda, Israel, Malasia, Vietnam y Norteamérica (Arizona y Oregón).
El presidente del gigante logístico emiratí DP World, Ahmed bin Sulayem, afirmó en la conferencia que la pandemia en realidad ha mostrado una fragilidad de las cadenas globales que ya existía con anterioridad, «a la que puede afectar mucho un incidente como el bloqueo el pasado año del canal de Suez por un sólo buque».
Bun Sulayem, cuya firma concentra un 10 % del tráfico de contenedores mundial, afirmó que las navieras mundiales están invirtiendo grandes sumas en digitalizarse para afrontar los desafíos futuros pero anticipó que hasta 2024 no se «regresará a la normalidad» en el tráfico de carga internacional.
La representante de Comercio de EEUU, Katherine Tai, matizó al respecto que «el objetivo no debe ser regresar a como estábamos en 2019, sino aprender de las lecciones dolorosamente aprendidas y aprovechar la oportunidad para construir algo diferente».
REGLOBALIZAR TRAS LA PANDEMIA
Ngozi apuntó en este sentido que entre las oportunidades que se presentan en la posible salida de la crisis está «el integrar a la cadena de suministro partes del mundo dejadas atrás, que no se han beneficiado de la globalización».
Una «reglobalización», en palabras de la máxima responsable de la OMC, en la que hay que evitar que «las tensiones geopolíticas se traduzcan en medidas proteccionistas y políticas que utilicen el comercio como un arma, cuando en realidad es una solución».
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