Roma.- La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), otros organismos de Naciones Unidas (ONU) y líderes internacionales subrayaron hoy la importancia de una dieta saludable, a la que no tienen acceso 3.000 millones de personas en el mundo, durante la celebración del Día Mundial de la Alimentación.
El secretario general de la ONU, António Guterres, se sumó al «llamamiento a la acción para lograr la seguridad alimentaria» de la FAO, mientras el papa Francisco exigió «superar lógica de mercado, centrada ávidamente en el mero beneficio económico y en la reducción de los alimentos a una mercancía más» en un acto en el que también participó el astronauta Thomas Pesquet desde la Estación Espacial Internacional.
La lucha contra el desperdicio de alimentos fue uno de los puntos clave de la ceremonia organizada por la FAO para homenajear en esta edición a los «héroes de la alimentación» que siguieron adelante durante los momentos más críticos de la pandemia de coronavirus.
«A nivel mundial, se producen unos 4.000 millones de toneladas de comida al año, cantidad suficiente para alimentar a todo el mundo. Pero 630 millones se pierden por el mal almacenamiento y un tercio de los alimentos se desperdician, lo que supone un coste de 3.000 millones de dólares», expuso el director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos de la ONU (PMA), David Beasley.
Y recordó que 811 millones de personas en el mundo padecen hambre crónica y 42 millones de personas de 43 países están «literalmente al borde de la hambruna».
Para combatir «esta pandemia del hambre», Beasley reiteró la petición del PMA de «6.600 millones de dólares adicionales para ayudar a estas personas».
«Es inaceptable que el 10 % de la población del planeta todavía se acueste con hambre», criticó el presidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), Gilbert Houngbo, que destacó el papel de los pequeños productores como garantes del suministro de alimentos en los momentos más duros de la pandemia.
El director general de la FAO, Qu Dongyu, resaltó el papel fundamental de los jóvenes en el cambio hacia unos sistemas agroalimentarios sostenibles y que garanticen el alimento a todo el mundo para cumplir con el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) de Hambre Cero de la Agenda 2030.
«Hay 1.800 millones de personas entre 10 y 24 años en el mundo y los jóvenes son el 90 % de la población en los países en vías de desarrollo. ¡Esto es un potencial sin límite!», subrayó, aunque llamó al compromiso de «todos» para «armonizar nuestra relación con la naturaleza».
Asimismo, abogó por una «mejor producción, mejor nutrición, mejor medioambiente y mejor vida sin dejar a nadie atrás».
Los líderes aludieron repetidamente a la Cumbre de los Sistemas Alimentarios de la ONU, celebrada el pasado 21 de septiembre en Nueva York, como una «oportunidad» para reunirse y ponerse de acuerdo en «transformar los sistemas alimentarios», en palabras de Houngbo.
El presidente de la República italiana, Sergio Mattarella, en una declaración leída en el acto, puso de ejemplo la declaración de Matera, aprobada en la reunión de ministros de Exteriores del G20 bajo presidencia italiana, como una herramienta útil hacia la «coalición por el alimento».
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