La espera razonable tiene un límite como dice Adela, y la experiencia indica que así es todo en la vida. Por eso, con su proverbial agudeza, comienza a percibir señales preocupantes de impotencia y desesperación de que la paciencia se está agotando con tantas muertes e inseguridad en barrios donde la gente lo piensa dos veces antes de dar un paso a las calles. La reforma policial parece que necesita ser reformada.
Recibe las últimas noticias en tu casilla de email