La Perspectiva: Indigno y deshumanizado

Todos los seres humanos a la hora de su muerte, merecen tener un trato digno, sensible y respetuoso.

Por eso ha causado gran revuelo en la opinión pública el caso de los 6 recién nacidos cuyos cadáveres fueron tirados como si fueran basura en las afueras del cementerio Cristo Salvador en Santo Domingo Este.

A dos días de esta sobrecogedora escena, el caso aun presenta muchos interrogantes.

La investigación se ha centrado hasta ahora en el zacateca que, por estar ebrio según su propio testimonio, no dispuso adecuadamente de los cuerpos para darles sepultura.

En medio de esta pesquisa, ahora mediante entrevistas con diferentes estamentos del sistema sanitario, las autoridades admiten un dato inaudito: no existe un protocolo unificado para los hospitales públicos cuando se trata del manejo de cadáveres abandonados, tanto infantes como adultos, o sea, cada hospital aplica su propio protocolo.

Aunque nos dicen que hay centros que si dan seguimiento al destino final de los cadáveres, que por diversas razones quedan abandonados en estos centros,  las autoridades tienen que responder: ¿Por qué el hospital Ciudad Juan Bosch, no lo hacía, y vez relegaba la responsabilidad total en la funeraria con la que tiene un acuerdo para tales fines?

¿Por qué la funeraria no hizo lo propio garantizando la sepultura, ya que cobro seis mil pesos por cada bebe y supuestamente solo pago unos mil pesos al zacateca, monto que no cubre ni los impuestos que deben pagar el cementerio?

Y mucho más grave: la falta de un protocolo unificado, que sin dudas ahora, después de esta escena inhumana, lo estén elaborando, lamentablemente un poco tarde, porque quien sabe cuántos seres humanos han corrido una suerte similar pero nadie se ha enterado.