Viajar a la región Este por la autovía del Coral, se ha convertido en un peligro debido a los conductores, que a alta velocidad, andan haciendo rebases temerarios en la autopista.
Una familia nos narró de forma dramática los detalles de cómo estuvieron expuestos a un fatal accidente por ser casi embestidos en varias ocasiones por esos rebases, que convirtieron los gratos recuerdos de unos días de asueto en momentos de terror al verse como sobrevivientes.
Aseguran haber quedado impactados por lo que popularmente llaman “corte pastelito”, forma abrupta en que se acelera para adelantarse a un vehículo cuyo conductor tiene entonces que frenar y hacer un giro para evitar una fatal colisión.
Tal imprudencia puede desencadenar en una volcadura que resulte en su muerte y la de los pasajeros viajando en otros vehículos, lo que provoca sobresalto y angustia para lo que manejan con precaución.
La Digesett y las autoridades en general tienen que actuar para garantizar el cumplimiento de los límites de velocidad y detener a quienes amenazan la vida de los demás aparentemente sin importarles las consecuencias de estos giros imprudentes y rebases potencialmente mortales.
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