I.- Una persona útil o inservible
1.- En el seno de la sociedad humana, las personas físicas están en el deber de accionar, en uno u otro sentido, sin importar el lugar que ocupan en el ordenamiento económico y social, porque, en fin de cuentas, su actitud ante la vida las definirá como útil o inservibles.
2.- Todo aquel que intelectual o físicamente está en condiciones de aportar, lo debe hacer conforme sus posibilidades y sin requerimiento alguno, porque lo que se hace por voluntad propia no necesita imposición.
3.- En cualquier medio social, cada quien es dueño de ocuparse de tal o cual tarea, a no ser que quiera hacer el papel de parásito social, viviendo a costa de los demás miembros de la comunidad.
4.- Los hechos son los que hablan de cómo se ha comportado un comunitario en el curso de su paso por el mundo terrenal, es decir, la incidencia que ha tenido frente a los acontecimientos. La presencia o no en cada suceso de su país, sirve para identificar a un ente, le ubica por la virtud de obrar, como indolente o apático.
II.- La realidad dominicana está hablando
5.- La realidad dominicana, sin necesidad de articular palabras, solamente con los hechos, está diciendo que necesita ser cambiada por otra, porque ella ha resultado inútil a los fines de satisfacer las necesidades materiales y espirituales más apremiantes del pueblo dominicano.
6.- Cada persona sensible que habita en el territorio nacional, está en el deber cívico, ciudadano, político y social, de accionar; motivar cambios para modificar el ordenamiento vigente; suscitar situaciones que hagan posible el progreso social para provecho de la colectividad.
7.- Aquel que se comporta indiferente ante el drama que pinta la dolorosa existencia de los pobres en nuestro país, es porque se beneficia de la miseria y, por tanto, se ha habituado a ver la mendicidad conforme a su formación individualista de no ocuparse de lo que mortifica a los demás.
8.- Una vez la persona forma parte de un medio social, está llamada a incidir para con su actitud crear o modificar o, para no afectar, comportarse como un anacoreta.
9.- Hacer lo que como seres humanos debemos ejecutar, lo que la conciencia nos manda a llevar a cabo, será juzgado en una determinada coyuntura de la historia de la humanidad, o período de la vida nacional del país.
III.- La necesidad de ser útil
10.- La mujer o el hombre útil a sus connacionales, es el que propone obras con sentido social; aborda temas conflictivos o no, y siempre está dispuesto a afrontar, a emprender acciones sin importar las consecuencias.
11.- Los pueblos, bajo estado de opresión material o espiritual, no deben confiar en ciudadanos que se inclinan por acostumbrarse a lo que hay. No se puede creer en aquellos grupos humanos que se familiarizan con el orden establecido, solo por beneficio material o cobardía.
12.- Aquellos que en nuestro país carecen de lo indispensable para una existencia digna, no tienen ninguna esperanza de cambiar su estado de pobreza, si confían en quienes siempre han estado rumiando penas, desalentando y en plena desesperanza.
13.- Lo que impone la desigual sociedad dominicana, es compromiso social por convicciones democráticas; batallar para cambiar; pugnar para avanzar y competir por el progreso. Se impone esforzarnos para alcanzar la felicidad de la mayoría de la población que constituye lo que es el pueblo.
14.- Cada dominicana o dominicano, que no esté conforme con que el país siga como hasta ahora, está en la obligación de pensar y accionar en procura de ir hacia adelante para progresar. Desarrollar actividades para ganar espacio y profundizar conquistas democráticas.
15.- Lo que importa es dejar atrás, borrar pesares y tomar la delantera para lograr éxitos. Superar dificultades confiando en las potencialidades que acompañan a los que aspiramos a aportar para tener un mejor país para todas y todos.
IV.- Los tiempos están a favor de las transformaciones
16.- El signo de los tiempos nos está diciendo que los vientos están a favor de los cambios sociales; que las banderas del progreso van a estar en manos de las masas populares, y flotarán movidas por las ansias de pan, salud, educación, techo y felicidad plena.
17.- Se hace necesario mantenernos firmes, con el convencimiento de que cosas pequeñas y sin importancia, jamás nos deben motivar a cambiar la ruta que hemos escogido para construir una sociedad renovada, adecuada para la alegría y no para cuestiones indeseables.
18.- Las mujeres y los hombres del país, que han hecho suya la lucha por la liberación nacional, están comprometidos a mantenerse haciendo la función de fuerzas motrices transformadoras, obligadas a promover actividades que sirvan de animación e inspiración a los marginados sociales.
19- Lo hermoso que ha de venir para lo mejor de nuestro pueblo, lo han de alcanzar ciudadanas y ciudadanos que confíen en las potencialidades de los que aquí son los más, aunque nunca han dirigido el Estado dominicano.
Ideas finales
20.- Sacar de abajo, demostrar reciedumbre, mantenernos fortificados para alzarnos con el triunfo que de manera inexorable será de los que hoy, en la República Dominicana, carecen de lo indispensable para llevar una existencia digna.
21.- La entereza, la integridad, ha de acompañar por siempre a los que se han mantenido inalterables en su decisión de bregar para llegar a tener el país que merecemos y por el que luchamos sin flaquear.
22.- Cada dominicano o dominicana, tiene la libertad o facultad, de seguir comportándose como si aquí la pobreza fuera algo insignificante, pura caballá, y no un fenómeno social muy grave, que lesiona vivamente el alma de quienes piensan en la felicidad que debe acompañar a toda la especie humana.
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