SANTO DOMINGO.– La propuesta de reforma fiscal ha desatado una ola de rechazo entre diversos sectores de la sociedad, que ven en las medidas planteadas una amenaza a la estabilidad económica y al bienestar de las familias.
Desde organizaciones empresariales las críticas se han multiplicado, advirtiendo que los cambios propuestos podrían agravar la desigualdad y golpear a las clase media y los más vulnerables.
Una de las primeras reacciones la hizo la Asociación Dominicana de Profesionales del Cine (ADOCINE), que expresó su rechazo a las aspiraciones de derogación de los incentivos establecidos en la Ley 108-10, Ley de Cine.
En un comunicado, la asociación alertó sobre las graves consecuencias que podría traer la derogación de los incentivos establecidos en la Ley 108-10. Según la organización, esta medida podría resultar en la pérdida de más de 25,000 empleos y la quiebra de más de 375 empresas del sector.
La Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE) expresó que aunque la iniciativa busca mejorar el sistema tributario para afrontar las demandas sociales del país, ANJE advierte que el proceso no ha seguido los principios de integralidad, equidad y consenso entre los sectores económicos, políticos y sociales, tal como se establece en la Ley Orgánica núm. 1-12, que regula la Estrategia Nacional de Desarrollo.
Además, destaca que este tipo de reforma debería derivarse de un «Pacto Fiscal Integral», fruto del consenso y de un proceso participativo con todos los actores implicados. Sin embargo, según la entidad, este diálogo no ha sido promovido de manera adecuada por el gobierno, lo que genera preocupación sobre la viabilidad y los resultados esperados de la propuesta.
La Asociación Nacional de Hoteles y Turismo (Asonahores), advirtió que la reforma fiscal propuesta por el gobierno podría tener un impacto negativo en la economía, particularmente en el sector turístico, por lo que solicitó que se revise y reconsidere la medida.
«Para atraer inversión extranjera y fomentar la construcción de nuevos hoteles, es fundamental mantener un régimen fiscal como el actual«, expresó el presidente de la institución, David Llibre.
Dijo que están de acuerdo con modificar y mejorar la Ley del Fomento al Desarrollo Turístico (Confotur), pero de una forma que se pueda garantizar inversiones para nuevos proyectos y renovaciones, y ayudando al Estado a recaudar más y mejor.
La Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD) se encuentra analizando exhaustivamente cada una de las medidas presentadas, pero adelantan que una primera lectura les ha llevado a identificar un posible sesgo anti-industria en las disposiciones.
AIRD insta a la prudencia y sugiere esperar el texto definitivo que el Poder Ejecutivo presentará ante el Congreso Nacional antes de emitir una postura más profunda. «La prudencia nos manda que esperemos la redacción que el Poder Ejecutivo enviará al Congreso Nacional», señala el comunicado.
La Asociación Dominicana de Productores de Ron (ADOPRON) objetó el aumento de impuestos propuesto en el marco de la reforma de modernización fiscal, señalando el impacto devastador e inequitativo que la misma tendría sobre el ron dominicano, una de las bebidas más emblemáticas y con mayor carga tributaria en comparación con América Latina.
“Con la reforma que se propone , el ron dominicano enfrentaría una carga tributaria de un 52% y el segmento de bajo precio hasta un 65%, situándose 13 puntos por encima de otras bebidas alcohólicas, tanto importadas como locales, como el de las cervezas”. En este contexto, cualquier incremento adicional, como el que propone elevar el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) Específico, generaría un efecto nocivo, particularmente en los consumidores de menor poder adquisitivo”, afirmó Circe Almánzar, portavoz de ADOPRON.
Almánzar también advirtió sobre el posible incremento de mercados ilícitos. “El incremento del ISC Específico propuesto, que alcanzaría hasta un 20% con el aumento trimestral por inflación, afectaría gravemente al ron dominicano y pondría en riesgo a una industria que genera miles de empleos directos e indirectos, además de ser una de las principales marcas país de la República Dominicana”, señaló.
Mientras el gobierno defiende la necesidad de ajustar las cuentas públicas, el descontento crece, encendiendo las alarmas sobre posibles movilizaciones y protestas.
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