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Batalla Electoral 2024

La seguridad social al desnudo

El tema de la Seguridad Social está a debate con sus fallas y limitaciones, y en particular por las reducidas pensiones que se advierte recibirán los afiliados al momento de acogerse al retiro,  y cuyo monto oscilaría entre apenas el 23 y 27 por ciento del sueldo percibido, cantidad  que condenaría a los pensionados a quedar sumidos en un virtual estado de marginalidad y miseria.   Adicionalmente, quedarían privados del seguro de salud precisamente a la edad en que les resulta más necesario contar con su cobertura.

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El tema de la Seguridad Social está a debate con sus fallas y limitaciones, y en particular por las reducidas pensiones que se advierte recibirán los afiliados al momento de acogerse al retiro,  y cuyo monto oscilaría entre apenas el 23 y 27 por ciento del sueldo percibido, cantidad  que condenaría a los pensionados a quedar sumidos en un virtual estado de marginalidad y miseria.   Adicionalmente, quedarían privados del seguro de salud precisamente a la edad en que les resulta más necesario contar con su cobertura.

Esta prevista realidad, cuando ya ha transcurrido algo más de la mitad del tiempo en que comenzarán a entrar las primeras solicitudes de pensión de quienes hayan arribado a la edad de sesenta años y aportado 360 cotizaciones al sistema, ha provocado toda una serie de opiniones y propuestas de corte populista, sin la menor base de apoyo, mediante las cuales se están creando falsas expectativas sobre la realidad de la Seguridad Social y los correctivos requeridos para poder mantener su sostenibilidad financiera y mejorar en alguna medida el monto de las pensiones.  En algún caso, inclusive, se ha llegado al absurdo de ofrecer la posibilidad a todas luces ilusoria de que el monto de las pensiones pueda ser un cien por ciento del salario de los últimos doce meses de servicio,  como si fuese algo que pudiera resolverse con el simple toque de una inexistente varita mágica.

En  estos días hemos mantenido una cercana relación y orientadores intercambios sobre el tema con  Arismendi Díaz Santana. Principal arquitecto del actual sistema de Seguridad Social elaborado en base a amplios estudios actuariales de una de las más calificadas firmas internacionales en la materia, contratada en su momento para ese fin, Díaz Santana es un calificado y reconocido experto en esta compleja área, donde ha brindado asesoramiento en otros países.

Díaz Arismendi me puso al desnudo toda la cruda realidad del sistema de la Seguridad Social que prácticamente ha colapsado a nivel mundial y obligado a severos reajustes de distinta naturaleza en casi todos.  Así, 76 países tuvieron que aumentar la tasa de cotización en el sistema de reparto;  54 se vieron obligados a elevar la edad del retiro y 67 a reajustar la fórmula para calcular las pensiones o disminuyeron directamente sus beneficios.

El Foro Económico Mundial advierte que la insostenibilidad de los sistemas de Seguridad Social y las cuantiosas obligaciones financieras acumuladas de imposible cumplimiento, que para el 2050, registrarían un déficit de ¡400 trillones de dólares¡  pudieran poner en serio riesgo la estabilidad de las principales economías del mundo: Estados Unidos, China, Japón, Canadá, Australia y el Reino Unido, entre otros. Con mas razón hay que imaginar lo que pudiera ocurrir con una economía del tamaño de la nuestra.

El problema, pues, no es exclusivo de nuestro país, sino de carácter mundial.  Y no como únicas pero si como principales causas figuran por un lado, la disminución de la población joven sobre la cual pesará cada vez mas la carga de soportar el peso  del sostenimiento económico del sistema, y en cambio, el aumento de la población envejeciente destinada a recibir sus beneficios; y por el otro, al aumento progresivo de las expectativas de vida, lo que obligaría al sistema a extender sus beneficios una  mucho mayor cantidad de años de lo esperado y calculado.

En el caso de Latinoamérica, nuestro país incluido, mientras en 1955 el promedio de vida era de 51.2 años con una expectativa de cobro de  7 años de pensión,  en el 2015 se había elevado a 74.6 con 18 años de cobro de pensión y para el 2050 será de 81.7 con ¡26 años de pensión¡   Una situación totalmente insostenible bajo el esquema actual.

Vivir más y con mejor calidad de vida es un avance significativo fruto de un estilo de existencia mas sano, impresionantes logros de la ciencia médica,  vacunas más efectivas para evitar las enfermedades y medicamentos mas potentes para curarlas.  Pero al mismo tiempo impacta seriamente la sostenibilidad  de los sistemas de pensiones y obliga a frecuentes reajustes para poder garantizarla.

Silenciar esta realidad es mentir a sabiendas o por ignorancia, creando falsas expectativas a la gente sobre las posibilidades de la Seguridad Social bajo las condiciones presentes.  Esta, insistimos, no puede ser tema  manejado a base de populismo irresponsable ni demagogia política sino de acciones efectivas sustentadas en serios estudios matemáticos.  La sustentación del sistema y la posibilidad de mejorar las pensiones es un problema exclusivamente técnico. No es con curitas ni medidas coyunturales ni improvisadas que se puede manejar,  sino con cálculos actuariales bien sustentados.  No hacerlo así equivale a  un engaño. La única realidad es que o introducimos los profundos cambios necesarios o al final del camino, cuando llegue el momento de la verdad los pensionados sufrirán la más amarga y penosa desilusión.

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