La veda haitiana

Con motivo de la veda impuesta por Haití a la entrada de 23 productos dominicanos de alto consumo en su mercado, el presidente de la Asociación de Industrias, Campos de Moya, afirmó que la misma “es ilegal y contraria a las normas de la Organización Mundial del Comercio”, atribuyéndola a una “artimaña” de los comerciantes del país vecino en complicidad y a beneficio de otros suplidores latinoamericanos.

Sus declaraciones se produjeron en el curso y un aparte de la actividad que encabezó a principios de la pasada semana, donde la institución que dirige distinguió a un grupo de periodistas y rindió especiales reconocimientos al destacado industrial de larga tradición Rafael Perelló y al INFOTEP.

De Moya, llamó la atención, sin embargo, al hecho de que esa situación no podrá solucionarse hasta tanto no se celebren en Haití unas elecciones creíbles, eligiendo un presidente que cuente con el respaldo de la población y con el cual se puedan establecer vínculos estables de negociación.

Refiriéndose al mismo tema, el Ministro de Industria y Comercio, José del Castillo Saviñón, durante la celebración del cincuenta aniversario de esa cartera, que tuvo lugar un par de días más tarde, advirtió que la veda ha estimulado el contrabando fronterizo. Esto así, en razón de que muchos de los productos afectados no han podido ser enviados por vía marítima, por lo que de seguro están atravesando los vulnerables límites de separación entre ambos países de manera ilegal. En este sentido, recordó que en tanto la frontera cuenta solo con cuatro puntos formales de comercio, se ha detectado la existencia de unos cincuenta donde se efectúan operaciones informales de intercambio, o sea, de contrabando.

Del Castillo Saviñón sostuvo también que la veda es una violación flagrante del protocolo que el gobierno dominicano acordó en su momento con el que entonces era Ministro de Comercio haitiano, Wilson Landau. La medida, según reveló, representó el año pasado una disminución de las exportaciones hace ese mercado del orden de cuatrocientos millones de dólares.

Al igual que el presidente de los industriales, el funcionario llama la atención sobre la crisis institucional que prevalece en Haití para tratar de superar la cual se han convocado elecciones para el mes de octubre, con lo

que dejó sentado que hasta que el país vecino no cuente con un gobierno estable no habrá posibilidades de negociar el levantamiento de la veda.

Esta fue también la posición expresada con anterioridad por el Canciller Andrés Navarro, al reconocer que bajo las presentes circunstancias de provisionalidad política prevalecientes en Haití, carece de toda posibilidad poder reiniciar el interrumpido diálogo donde, al cabo de varios encuentros, se habían consensuado toda una serie de puntos de agenda de interés común.

Hay una realidad que no podemos soslayar: Haití es nuestro vecino obligado. De hecho, viene a resultar como copropietario del condominio territorial que ocupamos. Cuanto ocurra allá, tendrá consecuencias inevitables aquí. La situación de extrema miseria y atraso en que vive su pueblo agravada por la inestabilidad política, siempre será un motivo de preocupación para nosotros. En la medida en que se agudice, será mayor la presión sobre la frontera y escasas las posibilidades de establecer una relación de convivencia armoniosa. Contribuir a una mayor aunque sea mínima institucionalidad y estabilidad política en Haití, que pueda aligerar el flujo migratorio ilegal cuya única opción es tratar de pasar a este lado de la isla en busca de mejor oportunidad de vida, debiera verse, por consiguiente, como un tema de alto interés nacional.

Los atinados señalamientos del Canciller Navarro, Campos de Moya y el Ministro de Industria y Comercio que coinciden en reflejar esa realidad, vienen a reforzar de manera implícita la posición expresada por el Presidente de la Junta Central Electoral, al mostrarse partidario de que el organismo acceda a la solicitud de colaboración hecha por el Consejo Electoral de Haití con vistas a la celebración de las elecciones programadas para octubre.

Es la misma ayuda que la Junta ha prestado a otra media docena de países de la región, siempre con resultados positivos. Tratándose de un aporte exclusivamente técnico, la Junta no se vería involucrada en lo absoluto en la realización y resultados de las elecciones, que en ocasiones anteriores han estado viciadas de fraude, principalmente la última, donde el ex presidente Michel Martelly, enemigo declarado de nuestro país, apeló a todo tipo de maquinaciones turbias para favorecer a su candidato en forma tan escandalosa que tuvieron que ser anuladas.

Para nuestro país es del más alto interés que Haití pueda disponer de un gobierno estable, aceptado internamente y reconocido internacionalmente,

que posibilite un clima de convivencia pacífica al otro lado del territorio insular que compartimos y un marco mínimo de institucionalidad que permita retomar el diálogo entre las autoridades de ambos países para negociar temas de común beneficio.

Entre estos y como uno de los primeros puntos de la agenda, el levantamiento de la veda que, a fin de cuentas, perjudica tanto a sus consumidores como a nuestros productores.