Las lluvias nos hablan

SANTO DOMINGO.- Las lluvias en la República Dominicana no son simplemente un fenómeno meteorológico; son un espejo que refleja la realidad de nuestras políticas de desarrollo.

Es cierto, somos un país en rápido crecimiento económico, un referente en la región. Pero esa lluvia copiosa nos desnuda, mostrando que ese crecimiento no ha sido equitativo, ni sostenible en muchos aspectos.

Cuando las calles se inundan y los sistemas de desagüe colapsan, lo que estamos viendo son fallas estructurales que han sido ignoradas o mal atendidas por años, quizás décadas.

Esto no es un asunto que deba polarizarnos políticamente, es un llamado de atención que nos exige a todos reflexionar sobre cómo mejorar la infraestructura y la planificación de nuestra nación.

Las lluvias no solo mojan, inundan. Pero más importante aún, nos interpelan.

Nos recuerdan que el desarrollo económico no es útil si no se traduce en bienestar para todos y en políticas que garanticen una vida digna.

Es momento de que las lluvias sean el catalizador de un cambio real, de políticas públicas que no solo busquen el enriquecimiento económico, sino también la estabilidad y la equidad para cada ciudadano.

Las lluvias seguirán hablando, la pregunta es: ¿estamos dispuestos a escuchar?