Un saludo a todos mis queridos lectores.
Hoy voy conversar de las piedras. Un una ocasión, un hombre caminaba por una playa en una mañana de sol, iba pensado de esta forma. Si tuviera un auto nuevo, sería feliz. Si tuviera una mujer perfecta, sería feliz. Si tuviera una casa grande fuera feliz. Si tuviera un trabajo, que pagara un dinero sería feliz.
Cuando tropezó con una bolsita que tenía muchas piedras. Comenzó a arrojar las piedras una por una al mar: Seria feliz si tuviera… Así lo hizo hasta que solamente quedo una piedra en la bolsa, que quiso guardar.
Al llegar a sus casa noto que aquella piedra era en realidad un diamante muy valioso. ¿Te imaginas cuantos arrojo al mar sin detenerse a pensar?
Así son las personas, arrojan sus preciosos por estar esperando lo que creen perfecto o soñando.
No pongamos nuestra felicidad en las casas materiales que aquí se quedan.
Hasta la próxima y muchas bendiciones para todos.