Redacción Deporte.- Para Los Angeles Lakers, es ganar o morir en el 2021. Pero sobre todo, demostrar que el campeonato de hace par de temporadas no fue causalidad.
Los Lakers regresan con un equipo veterano, anclado por supuesto por LeBron James, y secundado por Anthony Davis, mientras esté sano; sumado a la flamante contratación de Russell Westbrook, como sus mejores cartas de presentación.
Atrás y en la parte final de sus carreras estarán Rajon Rondo, Carmelo Anthony y DeAndre Jordan, uno de muchos jugadores que rehacen el roster de los Lakers para esta temporada.
“Salimos y dedicamos el tiempo, ponemos el trabajo”, dijo James a la prensa en la apertura del campamento de pretemporada. “Hacemos nuestra propia narrativa. Una cosa que sabemos es quiénes somos. Tenemos un grupo de muchachos que han estado en esta liga bastante tiempo, que entienden y saben lo que se necesita para ganar”.
“En el negocio en el que estamos se trata de ganar y hacerlo todo el tiempo”, agregó.
Los Lakers reconocieron y hasta se quejaron de que la apresurada temporada de “burbuja” en la reanudación de la temporada 2019-2020, cuando estalló la pandemia del Coronavirus, fue demasiado desgastante y que todavía no terminaba el festejo cuando ya tenían que presentarse a entrenar para la siguiente campaña.
Quizá tenían razón porque fue el receso más corto entre temporadas que se haya visto en la historia de la liga; rumbo a un 2021 en el que unos Lakers repletos de lesiones terminaron hasta el séptimo sitio de la Conferencia Oeste y rápido fueron eliminados en los playoffs.
Solos tres jugadores regresan de la temporada. En cambio se reúnen con viejos conocidos como Rondo, Dwight Howard, Jordan, Trevor Ariza y Kent Bazemore, a quien han visto de cerca en la Conferencia Oeste por buen tiempo. El entrenador Frank Vogel regresa para su tercera temporada y también espera que los juveniles Malik Monk y Kendrick Nunn puedan ser los jugadores que den respiro durante algunos minutos a los veteranos.
“Todos tenemos que entender a qué jugamos y con quiénes contamos”, dijo Vogel. “Somos un equipo diferente, con experiencia, pero tal vez ya con diferente dinamismo y ritmo de juego que trae un equipo veterano, con jugadores que han ganado muchos partidos de basquetbol aquí y en otros lados”.
La nueva tripleta de LeBron James ahora es diferente que cuando comenzó a poner de moda juntarse con amigos o al menos compañeros que aún estaban en su prime. No sólo porque él mismo ya roza las dos décadas en la liga o que la gran constante de Davis sean las lesiones desde que estaba en New Orleáns, sino porque ahora llegó Westbrook, quien aún es muy rápido y gusta de tener demasiado el balón en sus manos.
James aseguró no estar preocupado de encontrar ritmo con Westbrook, quien llegó en canje a su ciudad natal proveniente de los Washington Wizards, después de promediar otra vez triple doble en el 2020-21 para la que será su temporada 14 ya en la NBA.
“Soy muy cerebral sobre lo que necesito hacer para nuestro que nuestro equipo sea tan grande como puede ser”, aseguró James. “También sé que necesitamos para complementarnos a Russel y lo que él trae a la mesa. Sé que tampoco es de la noche a la mañana. Todo es parte de un proceso y mucho trabajo de mi parte”.
Westbrook, de 32 años, llega con la motivación de ser parte del equipo de su ciudad natal (Long Beach) y universitaria (UCLA), y del que confesó ser fan de toda una vida.
“Es una gran oportunidad de ser capaz de verme jugar para los Lakers y de regresar a casa”, dijo Westbrook. “Pero voy a continuar haciendo lo que he hecho siempre, jugar para ganar y ser una inspiración para tanta gente como sea posible”.
“Pero lo más importante es que me trajeron a casa para ganar campeonatos”.
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