“Los detenidos hacían a las chicas consumir droga para poder someterlas más fácilmente”, detallan fuentes policiales.
“Los detenidos hacían a las chicas consumir droga para poder someterlas más fácilmente”, detallan fuentes policiales.
Los investigadores pudieron constatar que los cabecillas de la red agredieron sexualmente a las niñas. Uno de ellos llegó a pedir personalmente un coche con conductor para trasladar a una de ellas de uno de los narcopisos al lugar en el que se encontraba él, y allí la violó junto con otros adultos.
“Los detenidos hacían a las chicas consumir droga para poder someterlas más fácilmente”, detallan fuentes policiales.
Las menores explicaron que los ahora detenidos contactaban con ellas a través de redes sociales y, mediante promesas de ganar dinero, las convencían para encargarse de vender droga. En estos intercambios, la red aprovechaba para ofrecer también mantener relaciones sexuales con las menores a los clientes.
Estas violaciones sucedían en zulos, en el polígono Marconi, conocido por ser una zona habitual de prostitución, y en narcopisos.