Trípoli.– El Presidente del Consejo Presidencial libio, Muhammad Manfi, declaró varias provincias de la región noreste de Cirenaica como «zona siniestrada» y llamó a la comunidad internacional a prestar ayuda humanitaria tras el paso del ciclón Daniel este domingo, que ha dejado, según las autoridades del este, al menos 2.000 muertos y hasta 5.000 desaparecidos sólo en la ciudad de Derna, la más afectada.
Al Manfi aseguró haberse puesto ya en contacto con países como España e Italia para coordinar su apoyo y las compañías petroleras Total (Francia) y Eni (Italia) se comprometieron a proporcionar este martes tres aviones a disposición del Gobierno de Bengasi.
En esta localidad, la cuarta más grande del país con cerca de 120.000 habitantes, la Media Luna Roja anunció la muerte de tres de sus miembros durante las operaciones de rescate mientras la brigada 166, una de las más destacadas de Libia, declaró haber perdido a 70 de sus milicianos.
La urbe se encuentra actualmente cortada por vía terrestre tras la destrucción de sus carreteras y puentes debido a las aguas torrenciales, sin electricidad ni comunicaciones.
Dos de sus presas colapsaron este lunes, liberando un total de 33 millones de metros cúbicos de agua y llevándose a su paso zonas residenciales enteras, por lo que las autoridades locales han puesto en marcha un hospital de campaña.
La falta de recursos y el difícil acceso a estas áreas montañosas ha obligado a los equipos de rescate y ciudadanos a extraer a las víctimas de los los escombros con utensilios domésticos y enterrarles en fosas comunes en el cementerio de Martouba, a una veintena de kilómetros de distancia, que ha acogido hasta el momento a 350 cadáveres.
Asimismo se creó un puente aéreo entre la capital, Trípoli, y la región oriental para transportar a los pacientes más críticos y la aerolínea nacional Afriqiya Airways ofreció vuelos gratuitos para el desplazamiento de personal médico y cooperantes.
El primer ministro del Gobierno de Unidad Nacional (GUN), Abdulhamid Debiba, con sede en Trípoli, prometió que el Estado indemnizará a todos los afectados por las inundaciones y decretó tres días de luto por las víctimas además de ordenar que las banderas de todo el país se bajen a media asta.
Por su parte, el Ejecutivo paralelo, respaldado por el Parlamento y basado en Bengasi, decretó como día feriado este domingo y lunes en todas las instituciones públicas y establecimientos escolares- a excepción de las fuerzas de seguridad, médicos y profesionales indispensables- de la región Cirenaica, que controla su administración.
La Misión de Naciones Unidas en Libia (Unsmil) declaró en un comunicado que sigue de cerca la situación de emergencia y que está lista para brindar asistencia humanitaria urgente para complementar los esfuerzos nacionales y locales.
Tras azotar Grecia y Turquía en los últimos días, el ciclón Daniel fue degradado a tormenta subtropical el 9 de septiembre y se espera que se debilite en el país magrebí a partir de este lunes mientras se dirigirá hacia el vecino Egipto, según un informe del Centro Meteorológico Regional Árabe.