El hecho de mayor impacto para la República Dominicana durante 2019, lo fue el atentado contra David Ortiz, a mediados de año en un centro de diversión de Santo Domingo Este, que combinado con la campaña internacional que se montó por el fallecimiento de varios turistas en centros hoteleros del Este, repercutieron en daños a la imagen y la economía.
Otro ramalazo fue el de la publicación de los resultados de las pruebas Pisa, que evidenciaron que siete años de inversión del 4% del PIB en la educación preuniversitaria y todo el esfuerzo que le ha acompañado por transformar el sistema educativo, como el de la tanda extendida, aún no muestra resultados halagüeños para los factores medidos en esa evaluación.
Del caso David Ortiz se desprendió otro hecho de amplia atención mediática: el desmantelamiento y la persecución de la banda de narcotráfico encabezada por César Emilio Peralta, mejor conocido como César el abusador, que después de varios meses de evasión fue capturado en Colombia y está en proceso de extradición a los Estados Unidos.
Tanto en el caso Ortiz como en el de la muerte de los turistas, el informe de las autoridades dominicanas fue certero, como lo confirmaron experticias internacionales posteriores.
A David Ortiz se le pegó un disparo dirigido a otra persona, con la que compartía con frecuencia como lo hacía con César Emilio Peralta, compañías que resultaban letales para un hombre que ha cultivado su fortuna y su fama en base al poder de su bateo y al comportamiento público de un ser humano agradable y solidario.
En el turismo se reportaron pérdidas por el orden de los 400 millones de dólares por la caída de 4.2% de la llegada de viajeros extranjeros: 211,867 turistas menos de los que estaban proyectados para el segundo semestre del año.
En contraste, entiendo que la mejor noticia del año ha sido la del anucio de la transformación del parque de generación eléctrica de fuel oil a gas natural, que no sólo representa un gran ahorro en las divisas destinadas a la importación de combustibles derivados del petróleo, sino también gran reducción de la huella de monóxido de carbono.
Si ese trabajo se sigue combinando con reducción de las pérdidas de las distribuidoras, nos encaminamos a una industria eléctrica eficiente y sustentable, porque el otro aporte importante es haber pasado de 33 megavatios de generación natural a más de 600.
Punta Catalina, que por las inseguridades de suministro de gas natural al momento de su construcción, operará con carbón pulverizado, también tendrá un impacto ambiental incomparablemente más bajo que el fuel oil y más económico, y la buena noticia es, que cuestionamientos aparte, esas termoeléctricas ya están entrando a abastecer con su efecto hacia la baja de costo y a la transformación de la industria eléctrica.
Políticamente un hecho difícil de asimilar se produjo: Leonel Fernández, tres veces presidente de la República y presidente del PLD, abandonó su partido, con unos alegatos de fraude que sólo él y sus seguidores sustentan, y se ha puesto a la cabeza de un tercer partido que pudiera quedar rezagado en la polarización entre los dos principales.
Pero con altas y bajas, la economía se mantiene como una de las más vigorosas de la región, el turismo sigue hacia adelante con el mayor nivel de inversión y la democracia dominicana es lo suficientemente madura para salir airosa de cualquier desafío
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