Tiflis.- Miles de georgianos volvieron a concentrarse este miércoles frente al Parlamento de Georgia en la céntrica avenida Rustaveli para exigir la reanudación de las negociaciones de ingreso a la Unión Europea después que las autoridades practicasen registros a las sedes de los partidos opositores que organizan las protestas.
Los manifestantes bloquearon la avenida frente a la sede parlamentaria entre gritos de. «¡El lugar de Georgia está en Europa!» y reclamos de dimisión del Gobierno y celebración de nuevas elecciones parlamentarias.
Los más radicales golpean la cerca metálica del Parlamento y lanzan periódicamente fuegos de bengala contra la policía, sin que esta responda de momento.
Tinatin Bokuchava, presidenta del Movimiento Nacional Unido fundado por el encarcelado expresidente Mijaíl Saakashivili, denunció a la prensa que con el allanamiento de las sedes opositoras «las autoridades llevan a cabo una operación especial al estilo ruso contra su propio pueblo».
«Hay que unirse y derrocar este gobierno pro-Putin», clamó.
Representantes de los bloques opositores que intentaron desbancar sin éxito en las pasadas elecciones parlamentarias al gobernante Sueño Georgiano se reunieron de urgencia en el hotel Courtyard Marriott, cercano a donde tienen lugar las protestas, para «debatir el plan de acciones» tras los registros practicados por la policía.
Los opositores denunciaron que estos registros son «una nueva pauta en la escalada de la represión» del Gobierno «prorruso» de Sueño Georgiano.
A su vez, el director del departamento de Investigaciones Criminales de la policía georgiana, Teymuraz Kupatadze, informó en rueda de prensa que durante los registros «fueron requisados cócteles Molotov, máscaras antigás, artefactos pirotécnicos y ordenadores» que vinculan a los partidos opositores a las fuerzas más radicales de las protestas.
Kupatadze señaló que la policía ya ha detenido a 13 organizadores y participantes de «acciones violentas y destructivas que violaron la ley sobre reuniones y manifestaciones», los cuales podrían enfrentar penas de 7 a 9 años de cárcel.
Indicó que durante las protestas que tienen lugar desde el pasado 28 de noviembre «han sido heridos más de 150 policías, además de periodistas y civiles, se han causado graves daños a la infraestructura» del Parlamento y zonas aledañas.
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