REDACCIÓN.- Todos los padres quieren que sus hijos hablen idiomas con el objetivo de que sean profesionales competentes en el futuro. Apuntarles a un colegio bilingüe, coger clases particulares o ir a un campamento de verano son opciones que muchos barajan. Sin embargo, hablar francés, inglés o alemán va mucho más allá y no solo porque a los menores les divierta aprender y sean esponjas capaces de empaparse de todo el conocimiento que les brindan los docentes, sino que, además, les reporta otros muchos beneficios a corto plazo.
Potenciar el desarrollo cognitivo de los niños es importantísimo, «ya que definirá en parte su bienestar y capacidad de adaptación a su entorno», señala Besania Pollozhani, Profesora de Infantil en The English Montessori School.
En este sentido, los idiomas tienen un papel fundamental porque «incrementa la capacidad cognitiva y estimula la actividad cerebral. Además, en edades tempranas es más fácil aprender un idioma nuevo, ya que el cerebro de los niños absorbe todo tipo de información y la almacena con muchísima más facilidad que un adulto. Es por ello que los niños tienen mayores capacidades comunicativas, cognitivas y lingüísticas«.
Desde el British School of Valencia añaden que «el mejor momento para aprender un idioma es cuando los niños comienzan a hablar. De hecho, se recomienda que la segunda lengua se enseñe de la misma manera que el idioma nativo».
Los expertos señalan que integrar los idiomas desde la infancia permite, entre otras ventajas:
– Mayor desarrollo del pensamiento crítico, lógico, creativo y emocional.
– Se mejora la concentración, la capacidad de análisis y la resolución de problemas en menor tiempo y de forma más eficaz.
– Se favorece y trabaja la memoria a lo largo del tiempo.
«Los niños que dominan más de un idioma desde pequeños desarrollan en mayor grado ciertas habilidades como la memoria, la creatividad o la capacidad de realizar dos tareas a la vez», explican desde el British School of Valencia. «Este desarrollo cognitivo repercute beneficiosamente en los resultados académicos del resto de asignaturas -recuerdan-. Los niños que aprenden dos idiomas a la vez desde que son pequeños tienen que hacer frente a pequeños obstáculos como encontrar la palabra o expresión adecuada en un momento dado. Esta capacidad para resolver problemas les ayudará años posteriores tanto en su vida académica como a nivel personal».
El aprendizaje de otras culturas, una mayor socialización y, por supuesto, mayores oportunidades laborales a largo plazo, son los otros beneficios que obtienen los niños que son capaces de dominar varios idiomas.
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