Los retos de David Collado

No son pocos los problemas a resolver que se le plantean a David Collado, el joven alcalde de estreno en el Distrito Nacional y que figuran en su ambiciosa agenda de trabajo, donde ya ha dado los primeros pasos.

Un breve y limitadísimo repaso da una idea de algunos de los principales retos que deberá abordar:

Garantizar la seguridad de la turística zona colonial con una reforzada policía municipal, lo cual comenzó a poner en práctica aumentando su número y colocándola bajo el mando del general Héctor Lachapelle Suero.

Rescatar el Malecón, uno de los más hermosos, maltratados y desperdiciados de la región, incluyendo la degradada estatua de Montesinos, para convertirlo, según adelantó, en la principal área de recreación y esparcimiento de la capital, lo que supone, además, dar estricta aplicación a la resolución del ayuntamiento prohibiendo el tránsito de vehículos pesados por la avenida, a la cual nadie le ha hecho caso y es objeto de diaria burla por camioneros y pataneros.

Recuperar como campo santo el Cementerio de la Máximo Gómez convertido en guarida de delincuentes, prostitución, traficantes de drogas y profanadores y ladrones de tumbas para lo cual se impuso un plazo de 100 días.

Devolver el uso de las aceras al tránsito peatonal y preservar las áreas verdes, impidiendo la ocupación arbitraria de las mismas por negocios y puestos de venta de la más variada naturaleza, amparados en el tradicional argumento de “soy un padre de familia”, que muchos han convertido en patente de corso para vivir y comportarse a espaldas de la ley.

De igual modo, su utilización para el parqueo de vehículos. Una práctica recurrente que fue precisamente la que dio origen al reciente incidente entre un agente de la AMET y una joven fiscal adjunta.

Y ahora, cuando acaba de anunciar que se dispone a regular el otorgamiento de licencias para la construcción a fin de evitar que la ciudad siga creciendo de manera caótica, velar porque tanto los materiales usados en las obras como los escombros no obstruyan el tránsito de peatones y vehículos al ocupar las calles y aceras. Pero, además, que en tanto dura el proceso de construcción, sean cubiertas de lona protectora para evitar que el polvo que producen se esparza libremente afectando a los vecinos de las cercanías.

Trabajar en coordinación con AMET y Obras Públicas en la mejoría del cada vez más congestionado y caótico tránsito vehicular en la capital.

Completar los trabajos de Merca Santo Domingo y rescatar los mercados públicos de tal manera que operen en condiciones sanitarias adecuadas para la venta de comestibles a la población.

Velar en coordinación con Salud Pública por las condiciones higiénicas de los negocios abiertos de venta de comida al público. Y con las autoridades policiales para implantar normas que permitan mejorar la Seguridad Ciudadana.

Completar el sistema de 50 números por cuadra en los lugares donde todavía falta por implementar, tal como es práctica en las urbes modernas y organizadas.

Mantener un adecuado servicio de recogida de basuras, que ya adelantó será realizado en horas de la noche.

La lista es mucho más extensa para tratar de convertir una ciudad caótica y arrabalizada en una urbe moderna y vivible. Extensa será también la suma de intereses creados que deberá enfrentar, originados por el desorden y la arbitrariedad que han normado la existencia de los habitantes de la capital durante tantos años, lo que posiblemente constituya el principal reto que deba afrontar.

Collado luce bien preparado para la tarea. Es joven, dinámico, talentoso, emprendedor y muestra una singular madurez para sus años. El ha asumido el cargo además como un compromiso generacional.

Pero no porta varita mágica. El trabajo que se ha propuesto llevar a cabo requerirá seguramente de más de un período de gestión y de una buena cantidad de recursos. De entrada enfrenta el obstáculo y la amarga

realidad de estar recibiendo un ayuntamiento en quiebra, con las arcas exhaustas y deudas que pudieran llegar hasta dos mil millones de pesos.

Al margen de diferencias partidarias, Collado merece recibir la ayuda del gobierno central tomando en cuenta que la capital es la vitrina del país y una ciudad limpia, ordenada y segura, su mejor tarjeta de presentación. Por lo pronto, ya tuvo un primer y positivo acercamiento con el Presidente Danilo Medina y la firme promesa de este de trabajar en colaboración.

Pero también los capitaleños tenemos que poner de nuestra parte. La capital es de todos los que vivimos en ella. Cuidarla y recuperarla es igualmente un compromiso de todos.

Collado ha advertido que si falla, le estaría fallando a toda su generación. Pero si los que residimos en la capital fallamos en nuestro deber de compartir la tarea de rescate, estaríamos también fallándonos a nosotros mismos. Lo que sería tanto como cometer un suicidio.