Santo Domingo.- Historias marcadas por el miedo, la desesperación y la fe, así son los relatos de aquellos que lograron salir con vida del Jet Set, luego de que el techo de la popular discoteca se desplomara durante una fiesta amenizada por el mereguero Rubby Pérez, atrapando a los asistentes y cobrando la vida de más 200 personas este martes 8 de abril.
La tragedia dejó héroes que desde el anonimato usaron sus fuerzas para ayudar a otros; trumas y temores que no serán borrados facilidad; decenas de hogares que hoy tienen uno y hasta siete asientos vacíos; e historias de sobrevivencia que ponen los pelos de punta, descritos como «milagros» o segundas oportunidades».
Iris Peña, quien tras ver que caía desde techo una «arenilla» y trozos de concreto, obligó a su hijo y otros acompañantes a retirarse del establecimiento, contó que, una vez afuera, cuando su vastago intentó ingresar nuevamente al Jet Set para buscar su pasaporte, un hombre desconocido lo empujó salvándolo de quedar aplastado entre los escombros.
«En ese mismo instante cayó una piedra y rajó la mesa donde nosotros estábamos y nosotros salimos (…) salimos como pudimos, mi hijo se iba a devolver a buscar su saco y cuando él se iba a devolver, un señor lo empujó, el señor le dijo, ‘muchacho, ¿para dónde tú vas?’, lo empujó duro y cuando mi hijo salió, los escombros le cayeron al otro señor, el impacto fue tan fuerte como si hubiera sido un tsunami o un temblor de tierra increíble, fue algo impactante».
Al considerarlo como «un milagro de Dios», peña, así como otros que vieron la escena, lamentaron que este héroe no pudiera escapar de la catástrofe.
Asimismo, otra mujer que sobrevivió al inicidente, recibió la buena noticia de que su hermano, quien la acompañaba en la fiesta, estaba con vida en un hospital mientras lo buscaba atemorizada.
«Dios es bueno, y todavía hace milagros», exclamó.
De su lado, Luis Graveley explicó que tras caer los primeros escombros el techo se vino abajo en «cuestión de segundos».
«Ruby Pérez estaba dando unas palabras, cayeron algunos escombritos que inmediatamente a los tres segundos se generó un sonido fuerte y el techo colapsó. Obviamente la presión del techo nos abrumó y nada, justamente hay ya muchísimas personas entre los escombros. Yo pude salir por encima de todo eso, por las puertas de emergencia trasera».
Asimismo, el cirujano plástico Pablo José Castillo Castillo, escribió en su cuenta de Instagram que logró salir de la edificación en ruinas porque se encontraba, al igual que otras personas, en la parte final del salón, lo que le permitió salir por la puerta de emergencia.
Sin embargo, eso no evitó la conmoción y el terror que sintió al ver el techo del edificio caer sobre sí. Antes de darse cuenta que podría salir del lugar, pensó en grabar «sus últimos momentos de vida» para su mamá.
«Se cayó el techo completo del Jet Set. Yo no estaba bailando, mami… ay, las que estaban bailando… no podemos salir de aquí», se escucha gritar con pánico a Castillo Castillo en el audiovisual donde se ve a otros sobrevivientes que también gritan desesperados.
«Al momento del colapso del techo del establecimiento yo estaba grabando con mi celular y continué grabando para que mi madre tuviera un vídeo de mis últimos momentos, así como lo hizo un chico que era hijo único y fue víctima de la tragedia del Bar Pulse en Orlando en el 2016″, escribió el cirujano en la publicación.
Otro héroe anónimo fue el hombre desconocido que sacó a Cristóbal Moya de los escombros, mientras le daba palabras de aliento.
Moya, quien acudió al club nocturno junto a tres amigos, narró durante una entrevista para Univisión que vio cómo el techo de la discoteca comenzó a desmoronarse, luego sintió un golpe y perdió el conocimiento.
«Y ahí entonces me cayó como un escombro, pero el escombro cayó sobre un mueble, lo que me hizo fue que me presionó, entonces yo estaba con las rodillas aquí en el pecho, no podía moverme ni para atrás ni para adelante y el peso de atrás era muy grande, muy grande», explica el hombre desde el hospital.
«Hubo un buen samaritano que se acercó a mí y me dijo no te apures que yo te voy a sacar, ‘¿cómo tú te llamas? Yo me llamo fulanito, no te preocupes, no te preocupes’», agregó el herido.
Tras el derrumbe de la estructura, un vídeo de Moya entre los escombros junto a otro hombre, ambos aparentemente incocientes y perdiendo sangre, se viralizó en las resdes sociales. Una imagen que parecía su final, pero hoy describe su sobrevivencia como «una segunda oportunidad».
«Nadie pudo salir, yo creo que yo salí porque yo estaba en la misma puerta… Dios me dio una segunda oportunidad, yo lo veo así».
Cada relato coincide en que, previo al tragico desenlace de aquella noche que parecía ser de fiesta, desde el techo caían pequeños escombros y polvo, Iris Peña, incluso contó que pensó que se trataba de un temblor.
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