Por: Yvelia Batista
Dentro de los años que ejercí como fiscal adscrita al Instituto Nacional de Protección a los Derechos del Consumidor (ProConsumidor), una de nuestras mayores preocupaciones eran la alta cantidad de fraudes perpetrados contra turistas, simulando la venta de planes vacacionales en programa de puntos o clubes vacacionales fantasma, que en realidad constituían una venta de tiempos compartidos falsos. Estos planes vacacionales se vendían -y se venden- a un alto costo, sobrepasando los mil dólares US$1,000.00 por plan.
En la actualidad, este fraude tiene un gran auge, principalmente porque no existe una regulación legal específica para este sector, salvo pequeñas excepciones (la establecida por la Ley No. 358-05 sobre Protección al Consumidor en su artículo 62 en lo que concierne con el derecho de arrepentimiento y la Resolución No. 09-2001 dictada por el Ministerio de Turismo). Tanto los turistas como los ciudadanos dominicanos están expuestos a innumerables engaños y fraudes en este sector. El fraude de los tiempos compartidos se perpetra de esta manera: a usted se le acercan unos vendedores de un “club vacacional” mientras usted se encuentra hospedado en un resort del país, a ofrecerle unos “atractivos descuentos y grandes ofertas”. Le invitan a almorzar dentro de un salón del resort, con bebida disponible y empiezan a bombardearle, presionándole para que firme el contrato y pague el dinero. Nadie abandona el lugar hasta que esto no ocurre. Al llegar a su casa usted intenta utilizar el servicio y se da cuenta de que todo es una farsa…
En los países europeos y en algunos estados de los Estados Unidos, donde existe regulación, los tiempos compartidos son extensiones de derechos de propiedad, que funcionan legalmente como verdaderas propiedades, pudiendo ser vendidos, legados o heredados, intercambiados y hasta alquilados en el período específico de tiempo sobre el cuál serán utilizados por el contratante o beneficiario (derecho de uso). Usted, junto con los demás propietarios del tiempo compartido, son los propietarios del complejo vacacional. En los planes vacacionales de programas de puntos, usted compra cierta cantidad de puntos y los intercambia por el derecho de utilizar un intervalo de tiempo en uno o más complejos vacacionales.
Antes de comprar un tiempo compartido en nuestro país y en cualquier país extranjero, tenga claro que, si en el país no existe regulación, su decisión e inversión conllevará un riesgo considerable. Esto no implica que no podrá comprar satisfactoriamente un tiempo compartido en países no regulados, como el nuestro, sino que necesitará de la asistencia de un abogado especialista en el área que garantice sus derechos.
No obstante, les brindo unos breves consejos legales si están interesados en la compra de tiempos compartidos o clubes de vacaciones en nuestro país. Estos consejos han sido ofrecidos por la Comisión Federal de Comercio de los Estados Unidos, FTC, para todo el público consumidor:
Sea cauteloso con los ofrecimientos de venta de tiempos compartidos o planes vacacionales situados en países no regulados, como el nuestro. Si lamentablemente ha sido engañado por la compra de uno de estos planes, por favor busque asistencia legal.
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Yvelia Batista
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