Santo Domingo Este.- Justo cuando el reloj marcaba las 5:00 de la madrugada, Francisco Javier, un vendedor ambulante, se levantó para alistarse y emprender la marcha de su día a día.
Como de costumbre, lo esperaba en su cocina los especiales ingredientes con los que prepara sus pastelitos de venta diaria. Con la harina amasada, pollo, queso, jamón y demás, los pastelitos estaban listos para ser vendidos a los cuidados que acuden a ejercer su derecho al voto en el centro educativo Luz de Oriente, ubicado en el residencial La Moneda #1 en Santo Domingo Este.
“Yo me siento conforme hasta con uno que me compren, porque eso son bendiciones y es ayuda para el negocio”, expresó Francisco, quien asegura que con los ingresos que percibe de la venta sostiene a su familia.
Además de vender pastelitos con un costó de RD$15 pesos, el vendedor ambulante también oferta jugos de diferentes sabores incluyendo el de limón, cereza, chinola y mango.
En las primeras horas del domingo, Francisco se trasladó al recinto electoral desde su hogar en el sector Brisas del Este, ubicado también en el referido municipio y al percatarse del disminuido flujo de personas que se encontraban allí, retornó a su lugar habitual de comercio para tener mayor venta con la esperanza de que a medida que avanzaran las horas, los votantes y clientes aumentaran, como así sucedió…
“Viene aquí (recinto electoral) y no había mucha gente, salí a darle una vuelta a los verdaderos clientes y volví para ver si tengo mejores ventas y en verdad en la mañana me va bien con los pastelitos y mabí”, refirió el hombre a un equipo de la página de Noticias SIN.
Apostando al trabajo honrado, este vendedor se mantiene con la ilusión de materializar todas sus metas.
“Espero que cada día por vía del Gobierno del que esté o el que venga me suban las cada día más. Gracias a Dios he tenido muchas ventas”, relató.
Este domingo 19 mayo, los dominicanos acuden a ejercer su derecho al voto para escoger al próximo presidente, senadores y diputados que dirigirán el país durante los próximos cuatro años.
