Tokio.- El emperador japonés Naruhito dio este lunes su tradicional saludo de Año Nuevo, después de tres años de hiato por la pandemia, y lo hizo protegido por un cristal en un balcón del Palacio Imperial.
«Después de tres años, estoy muy feliz de celebrar el Año Nuevo con todos vosotros», señaló el emperador a los ciudadanos allí congregados acompañado por la emperatriz Masako y la princesa Aiko y deseó a los japoneses «un año pacífico y bueno para todos».
Esta fue también la primera vez en la que se pudo ver a la princesa Aiko, única hija de los emperadores, acompañar a sus padres en el saludo, después de que alcanzara la mayoría de edad el pasado 2021.
Está previsto que se lleven a cabo un total de seis sesiones de saludos durante la jornada de hoy, a unas 9.600 personas seleccionadas por sorteo para que puedan visitar el Palacio Imperial.
Según la Agencia de la Casa Imperial, se ha decidido reanudar el saludo tras la reciente flexibilización de las normativas contra del coronavirus en el país asiático, que alcanzó, sin embargo, un número récord de muertes en un día el pasado jueves, con un total de 420, según datos del Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar.
Naruhito, de 62 años, y Masako, que este año cumplirá 60, tienen previsto visitar en junio la prefectura nororiental de Iwate, que resultó duramente golpeada por un gran terremoto y tsunami en 2011, y también la isla septentrional de Hokkaido en septiembre y a las prefecturas de Kagoshima (suroeste) e Ishikawa (costa oeste) en octubre.
También cabe la posibilidad de que la pareja imperial acuda a la ceremonia de coronación de Carlos III de Inglaterra prevista para mayo.