SAU PAULO.- El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva pidió este martes la libertad para Julian Assange y condenó el proceso de extradición del periodista australiano a EE.UU., que quiere juzgarlo por las graves revelaciones de su portal WikiLeaks.
«Assange es un héroe de la libertad de prensa y debería estar libre. La persecución contra él, su prisión y la amenaza de extradición deberían indignar a todos los demócratas del mundo», indicó el exmandatario, máximo favorito para las elecciones presidenciales de 2022 en Brasil.
El líder del Partido de los Trabajadores (PT), la mayor plataforma progresista de América Latina, afirmó que Assange «no cometió ningún delito», «apenas» ejerció el periodismo al «revelar informaciones importantes para el mundo».
«Debería ser puesto en libertad, que se retiraran los cargos en su contra y permitirle vivir en paz después de años de injusto encarcelamiento», añadió Lula, que gobernó Brasil entre 2003 y 2010 y todo apunta a que será candidato nuevamente en 2022.
El ex jefe de Estado brasileño acompañó su mensaje con dos fotografías en las que aparece con John Shipton, padre de Assange, con el que se encontró en noviembre pasado, en Francia, en el marco de una gira que lo llevó a varios países europeos.
Assange está en prisión preventiva en una cárcel de Londres, a la espera de su posible extradición a Estados Unidos, la cual fue autorizada por la Justicia británica el pasado 10 de diciembre, aunque su familia ya anticipó en su día que recurriría la decisión.
Las autoridades estadounidenses lo acusan de una veintena de delitos por las informaciones y documentos que filtró en su portal WikiLeaks, en los que expuso graves abusos cometidos por las tropas de Estados Unidos en las guerras de Irak y Afganistán.
Assange estuvo detenido inicialmente en 2010 a instancias de Suecia por un caso de supuestos delitos sexuales después desestimado.
Entre 2012 y 2019 se refugió en la Embajada de Ecuador en Londres, hasta que en abril de ese año lo arrestaron por una orden de extradición de Estados Unidos, después de que el Gobierno de ese país latinoamericano le retirara la condición de asilo político.