Brasilia.- El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, sancionó este lunes una ley que instaura un nuevo programa de atención bucal en la red de salud pública, sobre el cual aseguró que tiene como objetivo que los brasileños «vuelvan a sonreír».
El mandatario dijo que la ampliación de la atención odontológica en la salud pública pretende «recuperar la sonrisa de millones de brasileños» y darle «dignidad» a los más pobres, que no tienen acceso a los servicios privados.
También afirmó que así «se mejorará la calidad de la comida» que consumen las personas con problemas dentales, que «no pueden comer carne o castañas porque tienen dificultades para masticar».
El programa conocido como «Brasil sonriente» es similar a otro implantado en 2004, durante la primera gestión de Lula, y que fue casi abandonado en 2016, tras la destitución de Dilma Rousseff de la Presidencia.
La ministra de Salud, Nísia Trindade, explicó en el acto que el «mayor de los cambios» es que ese programa se convierte ahora «en política de Estado» e impone la salud bucal como «un derecho», con un alcance «muy superior» al que tenía inicialmente.
Trindade precisó que el Gobierno destinará en una primera fase un total de 136,8 millones de reales (27,3 millones de dólares) a la adquisición de equipos médicos para los consultorios odontológicos de la sanidad pública y la contratación de dentistas.
En el mismo marco, apuntó que se ampliarán en la salud pública los «procedimientos de diagnóstico de cánceres de boca», un mal que cada año «afecta a 12.000 personas» y «causa más 6.000 muertes» en el país.
Según datos presentados en la ceremonia, actualmente cerca de la mitad de los 210 millones de brasileños no cuenta con una adecuada atención odontológica.
Las estadísticas oficiales agregan que existen en Brasil unos 34 millones de personas que han perdido más de 13 dientes y que sólo un 13,5 % de la población tiene acceso de la odontología privada.
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