SANTO DOMINGO.– El Lunes Santo, no solo es el segundo día de la Semana Mayor que sigue al Domingo de Ramos, sino que también es conocido como ‘Lunes de Autoridad’, puesto que en este día Jesús manifiesta su poderío ante el pueblo y la naturaleza.
Debido a su relevancia histórica, es un importante día dentro de las celebraciones de la cultura cristiana, en el que la Iglesia continúa la celebración tradicional de la misa, pero no conlleva un festejo singular.
Tras el Domingo de Ramos, los cristianos se guían del Evangelio porque hablan de los momentos previos a la Pasión de Cristo.
Según el Evangelio de San Mateo, tras pasar la noche en Betania, en casa de Lázaro, Jesús vuelve a Jerusalén, en dirección al templo.
Al llegar se da cuenta que el lugar se ha convertido en un mercado, «Mi casa, casa de oración será llamada; pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones», expresa antes de expulsar a los comerciantes del templo de Jerusalén.
También se conmemora la unción de los pies de Jesús en casa de Lázaro, realizada por María de Betania, una de las hermanas del resucitado, descrita en el Evangelio de San Juan.
El morado es el color litúrgico del Lunes Santo, ya que se utiliza en los tres días feriales como son el Lunes, el Martes y Miércoles Santo porque invita al ayuno, a la abstinencia, el arrepentimiento y la penitencia.
Tras el Domingo de Ramos, llega este día en el que, pese a la alegría, los cristianos se preparan para la traición de Judas a Jesucristo.
La Semana Santa, cuyo comienzo tiene lugar el Domingo de Ramos, es el periodo en el que los cristianos conmemoran la pasión, muerte y resurrección de Jesús de Nazaret.
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