Sídney (Australia).- El presidente francés, Emmanuel Macron, aseguró este viernes desde Papúa Nueva Guinea, en el marco de una gira por el Pacífico Sur, que el objetivo de Francia «no es entrar en competición con China y EE.UU.», cuando las dos superpotencias pujan por aumentar su influencia en esta región.
«Nuestro objetivo no es rivalizar con China o EE.UU., que tienen objetivos y estrategias diferentes en la región», aseveró hoy Macron en una rueda de prensa desde Port Moresby junto al primer ministro papuano, James Marape.
«Nuestra estrategia en el Indopacífico es ofrecer un camino en la región que permita un Indopacífico libre, abierto y en paz, y para ello Francia tiene dos pilares: clima y seguridad estratégica y militar», destacó.
Justo antes de la llegada de Macron, el secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd Austin, estuvo el jueves en Port Moresby, donde anunció el despliegue de un guardacostas estadounidense en agosto en este país oceánico, en el marco de un acuerdo de seguridad firmado en mayo.
Macron defendió la autonomía de Francia para presentarse como alternativa a China y EE.UU. en el Pacífico Sur, donde reiteró que «tenemos compatriotas que viven en la región. Ya estamos aquí», enfatizó.
El líder recordó que más de 1,5 millones de sus ciudadanos habitan en siete territorios de ultramar como Nueva Caledonia, la primera parada de su gira esta semana, Tahití o Reunión.
Antes de la comparecencia, Macron y Marape dieron un paseo de unos dos kilómetros alrededor del Parque Nacional Varirata, y firmaron un proyecto gestionado por la agencia de desarrollo francesa y con financiación europea llamado Bosque, Clima y Biodiversidad.
La lucha contra el cambio climático y la apuesta por las energías renovables es una de las bazas de Macron en su visita al Pacífico Sur. «El gas es mejor que el carbón, que es el gran problema para el cambio climático (…) No estoy aquí para dar lecciones, sino para ofrecer ayuda», puntualizó Macron.
Papúa Nueva Guinea, una empobrecida nación de cerca de diez millones de habitantes en el Pacífico Sur donde opera la empresa francesa de hidrocarburos Total, es rica en recursos naturales y se ha convertido en un solicitado destino en los últimos meses, en medio del pulso entre China y EE.UU en la zona.
Una pugna que arrancó sobre todo desde que el pasado año China firmó un pacto de seguridad con Islas Salomón y tras la pretensión aún fallida de Pekín de firmar un acuerdo multilateral con una decena de países del Pacífico Sur.
Antes de su llegada a Papúa Nueva Guinea, Macron denunció el jueves en Vanuatu que el «nuevo imperialismo» en el Pacífico socava la soberanía de sus estados insulares.
El líder de Papúa Nueva Guinea, Marape, que defiende su neutralidad frente al cortejo de las potencias, aseguró hoy, por su parte: «No veo competencia entre los países, veo coexistencia, y nosotros no huimos de ella».
El Indopacífico es escenario de creciente competencia entre Washington y Pekín, así como de disputas territoriales en el Mar de China Meridional y de tensiones en Taiwán, que China considera una provincia rebelde y no descarta invadir.
La estrategia gala en el Indopacífico recobró impulso después de que Australia firmara en 2021 el pacto de seguridad AUKUS con EE.UU. y Reino Unido para reforzar su presencia en esta región, que incluye la adquisición y desarrollo de submarinos nucleares por parte del país oceánico, suspendiendo la compra de aparatos de propulsión diésel fabricados por el conglomerado francés Naval Group.
Macron llegó el lunes a Nueva Caledonia y viajará la noche del viernes a Sri Lanka, desde donde pondrá fin a su gira.