SANTO DOMINGO.- Este miércoles Rosa Hernández, madre de la adolescente Rosaura Almonte Hernández, mejor conocida como Esperancita, dijo que “el presidente aún puede solicitar la aprobación de las tres causales y salvar la vida de muchas mujeres”.
Tras salir del Palacio fue al campamento de las tres causales, donde expresó que perdió a su hija a causa del artículo de la Constitución que prohíbe el aborto. Además, entiende que si el presidente no ejerce su influencia sobre los congresistas, van a seguir ocurriendo más muertes.
“Es una pena que en nuestro país, donde yo nací, para el que yo trabajo como educadora, estemos echando al aire como la vida y la salud de las mujeres como una competencia, como un concurso”, dijo.
Hace un mes, la señora Rosa Hernández, les había solicitado una cita al presidente Abinader y a la Primera Dama, Raquel Arbaje, para que escucharan de su propia voz lo que significa perder una hija por cuenta de la prohibición absoluta del aborto que rige en el país.
“Aunque sus declaraciones recientes muestran que nos está dando la espalda y que nos ha engañado a las mujeres, él todavía tiene la posibilidad de no dejar pasar esa Código Penal que, sin causales, no salva la vida de nadie. Si las mujeres le importamos, como lo dijo en su posesión, puede decidir que no va a firmar esa ley, que no va a permitir que otra madre pase por un sufrimiento como el mío”, resaltó la señora Hernández.
La señora Hernández también expresó su rechazo a la idea de someter las tres causales a referendo.
“Mi hija necesitaba un servicio de salud (el aborto) para poder luchar por su vida y la primera médica que la vio, lo recomendó. Pero luego, por estar pegados a esa absurda ley que lo impide, cambiaron de opinión. Si no existiera esa ley, los médicos actuarían tranquilos y de frente, sin miedo a prestar un servicio que se requiere en ciertas circunstancias para proteger la salud o salvar la vida de las mujeres”, manifestó.
Rosaura Almonte falleció en agosto de 2012, después de que, por estar embarazada, le fuera retrasado el tratamiento de quimioterapia que necesitaba para luchar por su vida. La prohibición total del aborto fue uno de los argumentos esgrimidos por el personal médico para ello.