SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Su nombre es prácticamente un sinónimo de la palabra televisión
En sus diferentes facetas, desde lo cultural hasta lo artístico, como escultor, escenógrafo, productor y fundador de Radio Televisión Dominicana y este Canal, Color Visión, junto a Don Poppy Bermúdez, Manuel Antonio Quiroz Miranda, siempre se destacó, realizando una labor incansable sin escatimar el sacrificio que tuviera que empeñar.
Es que amaba lo que hacía con pasión y esto se hizo palpable para todos los que tuvieron la dicha de compartir su trayectoria en el desarrollo de la pantalla chica en nuestro país.
Se graduó en la Escuela Nacional de Bellas Artes y posteriormente optó por la docencia en dicha casa.
Sus manos diestras y sensibles lo convirtieron en uno de los telegrafistas más rápidos de la época al operar el código o alfabeto Morse; además le sirvieron en su vida artística donde llegó a esculpir obras como “Desnudo”, en 1959, galardonada con el Primer Premio Trujillo de Escultura.
Pero su grandeza era su sencillez. Sus amigos y compañeros de labores elogian su sutileza en el trato con los demás y su humildad, a pesar de sus conocimientos y logros.
Como fundador y gerente general de Color Visión, realizó aportes significativos a la televisión, además de ser ejemplar y amoroso con todos.
Esto se reflejó ampliamente al ser reconocido por su labor durante 45 años en Color Visión cuando dijo: “Nadie particular tiene meritos, sino es colectivo, todo el mundo a puesto lo que ha podido y eso tiene un valor inigualable”.
No en balde lo describen como una persona que nunca ostentó de sus conocimientos y siempre promovió la paz para manejar el difícil mundo de la televisión.
Nunca olvidaré su trato fino y delicado al visitar las instalaciones de SIN el año pasado, cuando aún estábamos en la etapa de construcción. Es que Manolo Quiroz siempre quería formar parte del desarrollo en este giro, con su visión a futuro, pero consciente de lo que gusta al dominicano. Su legado es incalculable y digno de que las nuevas generaciones aprendan de sus valores, no solo como profesional en este mundo televisivo, sino como ser humano.