Miami.- El republicano Marco Rubio, que se impuso según las primeras proyecciones a la congresista demócrata Val Demings por el escaño que disputaban en el Senado por el estado de Florida, se comprometió a trabajar por mantener el liderazgo mundial de Estados Unidos.
Rubio, que se va imponiendo a Demings por 14 puntos porcentuales (56,5 % contra 42,5 %), se dirigió en Miami a sus seguidores del Partido Republicano tras conocer la esperada victoria en tono eufórico y rodeado por su esposa e hijos.
«Mi compromiso para el Senado con el Partido Republicano es poner el sentido común en primer lugar y trabajar para que nuestros hijos hereden el país más grande del mundo», sostuvo Rubio en un breve discurso en tono ganador mayoritariamente pronunciado en inglés pero en el que también se expresó en el español de sus padres cubanos.
Rubio resaltó que Estados Unidos es el país más grande y que da más oportunidades a las personas de todo el mundo, muestra de lo cual es que sus padres fueron modestos trabajadores y él ha podido estudiar derecho y llegar a convertirse, en un tercer mandato de 6 años, en senador de su país.
«Nuestros trabajo es defender los derechos de la igualdad de Estados Unidos», subrayó, además de asegurar que «la historia de América -en referencia a Estados Unidos- inspira al mundo».
«Nuestra fuerza no está en nuestro Ejército. La fuerza de nuestra nación está en nuestra gente», dijo entre los aplausos de sus seguidores.
«Mis padre trabajaba en un hotel y mi madre como limpiadora, lo que no está mal, pero mi caso de superación es la misma historia de Estados Unidos», destacó.
Dijo que su compromiso es el de que nadie, en referencia al Partido Demócrata, destruya Estados Unidos.
Respecto a la política migratoria, volvió a asegurar que «ningún país puede permitirse que entren por sus fronteras cada día 6.000 personas», una idea a la que recurrió durante la campaña electoral.
«Los demócratas solo quieren que tengamos compasión por gente -inmigrantes- que vienen de todo el mundo», dijo sobre su oposición a una inmigración descontrolada.
También se refirió, otra vez, a la que entiende que es la amenaza que supone para Estados Unidos las aspiraciones de China de convertirse en una potencia mundial que rivalice con el país norteamericano.
«Estoy feliz por esta victoria pero sobre todo por representar al país más grande de la historia», dijo.
Rubio, por último, se refirió a que durante la campaña su rival Val Demings recibiera más dinero para su campaña, lo que dijo no le sirvió para nada una vez que el electorado no creyó en su mensaje.
Rubio, de 51 años e hijo de unos humildes cubanos emigrados a Estados Unidos en 1956, logró renovar así por tercera vez su mandato en el Senado en representación de Florida, esta vez con la ayuda de su antiguo rival, el expresidente Donald Trump.
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