REDACCIÓN.- Ser el segundo hijo de una de las figuras más grandes baloncesto, que ha trascendido más allá de la misma cancha; sin lugar a dudas significa un gran compromiso, y un peso ante la sociedad, que esperará más de lo que incluso la familia exige.
Marcus Jordan, el segundo hijo del mito del deporte, Michael Jordan habló sobre las presiones que sufrieron él y su hermano, cuando se iniciaron en el básquet, contó sobre loss beneficios que tuvieron gracias a su padre, y relató el lado negativo.
El documental The Last Dance tiene a todos los amantes del baloncesto atento a lo que sucede en la vida del mítico jugador de los Bulls de Chicago, incluyendo su familia.
En varias de las imágenes que se publicaron se ve a dos pequeños que conviven en la intimidad del equipo bien cerca del número 23: esos son Jeffrey y Marcus, dos de sus cinco hijos, y que hoy lo acompañan en distintos puestos en los Charlotte Hornets, franquicia que MJ adquirió en 2010.
Marcus, que se pudo beneficiar de la fama de su padre, también recibió los embates que trae consigo la vida pública, en esta ocasión rompió el silencio: retrató cómo fue su crecimiento en ese contexto, cuánto tomó noción de quién era su padre, lo mejor del éxito y lo peor de esa situación.
“Creo que tal vez en la escuela secundaria, alrededor de sexto y octavo grado”, afirmó con una entrevista para el medio estadounidense TMZ a la hora de detallar el momento exacto en que comprendió a la perfección que su padre era uno los hombres que quedarían para siempre en la historia mundial.
«En octavo grado, yo era el número 1 en el estado, y todos venían a nuestros juegos. Estábamos recibiendo una multitud mayor de lo habitual. Y ahí fue cuando realmente comenzó a instalarse”, rememoró.
Marcus, de 30 años y segundo hijo de Michael, tuvo un interesante paso por el básquet universitario en University of Central Florida (UCF). Si bien llegó a ser uno de los mejores jugadores de su conferencia durante esa época, decidió no seguir con su camino en la disciplina para el 2012. “Cuando era más chico tenía cierta presión, pero no era algo que me avergonzara. Yo tuve el privilegio de ver a mi hermano, que es dos años más grande que yo, y él pasó la peor parte. Pude verlo y asumir que era lo que iba a pasarme a mí”, hizo referencia entre el peso que sufrió Jeffrey (32 años) tras sus intentos deportivos en la Universidad de Illinois y en la misma UCF.
Desde 2016, Marcus es propietario de una empresa de venta de calzado, la cual optó por abrir un 23 de mayo como un homenaje al número que inmortalizó su padre.
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