La vicepresidente de la Republica, Margarita Cedeño, está rompiendo los esquemas tradicionales, que sustentan la sociedad. La mayoría de los dominicanos, ricos y pobres, están aferrados a valores morales, cristianos y cívicos, que le sirven de plataforma al hogar, a la familia, pero Margarita con sus actuaciones, invita a cambiarlos.
Ella se dio a conocer y comenzó a escalar posiciones publica, gracias a que contrajo matrimonio con el expresidente Leonel Fernández, llegando a ser primera dama. Terminado los periodos gubernamentales de Leonel, negociaciones políticas la llevaron a la Vicepresidencia en los gobiernos de Danilo Medina. El estar cerca de la Presidencia, despertaron su ambición. Al enterarse que su esposo aspiraba a un cuarto mandato dijo “no quiero volver a ser primera dama”, “Danilo y Leonel son un perder- perder”.
Escuchar una esposa, expresarse así de su cónyuge, es algo inaudito en el pais. Generalmente, lo apoya. Leonel perdió las primarias cuando aspiraba a ser candidato del PLD; lo venció Gonzalo Castillo; enojado, se fue a la oposición. Margarita se quedó en el PLD y aceptó ser candidata vicepresidencial de Gonzalo. “Leonel se disgustó con mi decisión, pero somos un matrimonio fuerte y seguimos unidos”.
Es difícil entender esta pareja; uno apoyando el gobierno y el otro la oposición. ¿Cuáles valores los unen? Parecería que el amor al poder y el exhibicionismo; parecería que usan el pais, para cual negocio sacarle beneficios, destacarse, llenar vacíos emocionales.
Margarita necesita serenarse y revisar su comportamiento público, pues envía mensajes que confunden: su posición política es diferente a la de su esposo ; no quiere ser Primera Dama; aceptó ser vicepresidente del candidato del partido en el gobierno, aunque no conceptualice bien; cual adolescente desacatada, baila demboo en la calle. Además, se presta a mover las caderas en los templos, frente a Cristo Crucificado, bailando con sacerdotes, cuando otras no aceptarían hacerlo ni con el papa Francisco, para que la iglesia revise sus acciones. Debió decirles a esos eclesiásticos, que buscaran otra, pero quería destacarse.
Ojalá las iglesias no se dejen utilizar como escenario político y cual oveja descarriada, ayuden a Margarita a calmar sus ambiciones y pensar en el prójimo; a revisar sus valores y despejar su imagen frente a la sociedad; no es cuestión de exhibirse como el mejor pastel y atraer comensales; debe demostrar que el pastel es para combatir la miseria en la nación. Es penoso que se perciba como un arma de doble filo; enviando señales de humo a su marido; como en hamaca o chapeadora, meciéndose entre el gobierno y la oposición; como gancho o cuerda política. No le conviene al PLD.
Cuando Margarita hacia campaña por una sociedad en valores decía “bien por ti, tus valores hacen un mejor pais”. Ojalá se lo aplique; revisando sus actuaciones; está tirando al zafacón, valores tradicionales que fomentan el matrimonio: respeto, comunicación, fidelidad. Desde su alta posición de Estado, debe enviar mensajes educativos que eleven la familia y la sociedad.
Tanto el PLD como Margarita saben, que rectificar errores es de valientes. Ella está a tiempo de dar lecciones ejemplares, llena de coraje. Entregar la espada, ceder el paso, sacrificar apetencias personales, buscando lo mejor para la nación, eso eleva la imagen. Los sanos principios que sostienen la familia no deben abandonarse ¡nunca! Los pasos se dan sobre tierra firme, no sobre tierra movediza. Margarita debe aplicarse, lo que hoy le dice a Leonel, “poner primero el interés del pais por encima del interés personal”.