REDACCIÓN INTERNACIONAL.- Para María Gabriela, ser embajadora va más allá de prestar su imagen a una campaña. Es un rol que asume con responsabilidad y un propósito claro. “Ser embajadora no es solo un título, es un compromiso. Es una oportunidad para alinear mis valores personales con los de las marcas que represento y transmitir un mensaje significativo a la audiencia”, asegura.
Este enfoque ha sido clave para diferenciarse en un mercado saturado de rostros conocidos. Rico selecciona cuidadosamente las marcas con las que colabora, asegurándose de que sus mensajes sean coherentes con sus principios de sostenibilidad, inclusión y autenticidad.
Uno de los mayores retos y oportunidades de ser embajadora en Latinoamérica es la diversidad cultural de la región. Cada país tiene su propia identidad, tradiciones y desafíos, y conectar con audiencias tan variadas requiere sensibilidad y un enfoque personalizado.
María Gabriela ha logrado destacar precisamente por su capacidad para entender y adaptarse a estas diferencias. “Latinoamérica es un mosaico de culturas, y eso es lo que la hace tan especial. Mi objetivo como embajadora es representar esta riqueza cultural y encontrar puntos en común que nos unan como región”,comenta.
En sus campañas, María Gabriela integra elementos que resuenan con las diferentes audiencias, desde el uso de lenguajes locales hasta referencias culturales que generan una conexión más auténtica. Este enfoque no solo beneficia a las marcas, sino que también fortalece su posición como una voz representativa de la región.
La sostenibilidad y la inclusión son pilares fundamentales en el trabajo de María Gabriela como embajadora. En un momento en que los consumidores exigen mayor responsabilidad social por parte de las empresas, Rico ha sabido convertirse en un puente entre las marcas y las comunidades, promoviendo mensajes que van más allá del marketing.
En una de sus campañas más destacadas, María Gabriela colaboró con una marca de moda sostenible para promover el consumo responsable. En lugar de enfocarse únicamente en los productos, la campaña se centró en educar a la audiencia sobre los impactos ambientales de la industria textil y cómo tomar decisiones más conscientes como consumidores
“Creo que las marcas tienen la responsabilidad de liderar con el ejemplo, y como embajadora, mi rol es amplificar esos mensajes y asegurarme de que lleguen de manera efectiva a las personas”, explica.
En cuanto a la inclusión, María Gabriela ha trabajado con marcas que promuevenla representación y la diversidad en sus campañas. Desde el diseño de productoshasta la elección de narrativas, su participación garantiza que los mensajes seaninclusivos y relevantes para audiencias que a menudo son subrepresentadas en elmarketing tradicional.
Más allá de las campañas publicitarias, María Gabriela también ha utilizado su influencia para apoyar iniciativas que generan impacto directo en las comunidades. Un ejemplo de ello es su colaboración con una empresa de alimentos para promoverla reducción del desperdicio alimentario. La campaña incluyó talleres educativos en comunidades vulnerables y el desarrollo de contenido digital que ofrecía consejos prácticos para aprovechar mejor los recursos.
“Es increíble ver cómo pequeñas acciones pueden tener un impacto tan grande. Estas experiencias me recuerdan que mi trabajo como embajadora no se trata solo de comunicar, sino también de actuar”, comenta.
Una de las razones por las que María Gabriela ha tenido tanto éxito como embajadora es su estilo de comunicación. Con un enfoque cercano y accesible, logra que sus mensajes resuenen de manera genuina con su audiencia. Ya sea a través de un post en Instagram, un video interactivo o una charla en vivo, Rico sabe cómo adaptar su tono y contenido para captar la atención de sus seguidores.
Esta conexión se refleja en los altos niveles de interacción que generan sus campañas, con métricas que suelen superar los estándares de la industria. Para las marcas, esto no solo representa una mayor visibilidad, sino también una relación más sólida con sus consumidores.
El trabajo de María Gabriela como embajadora de marcas sigue evolucionando. Entre sus planes futuros, está la colaboración con startups que se enfocan en la innovación sostenible, así como el desarrollo de proyectos educativos que combinen entretenimiento y aprendizaje. También planea ampliar su alcance a nivel internacional, llevando los valores y la riqueza cultural de Latinoamérica a nuevas audiencias.
“Creo que ser embajadora es una plataforma para generar cambios reales. Mi metaes seguir utilizando este espacio para crear un impacto positivo y construir un futuro más inclusivo y sostenible”,concluye.
María Gabriela Rico no solo es una embajadora exitosa, sino también un modelo aseguir para quienes buscan hacer de su carrera una herramienta de impacto.
Con su autenticidad, compromiso y visión estratégica, ha demostrado que el marketing puede ser mucho más que una transacción: puede ser una oportunidad para inspirar, educar y transformar.