Santo Domingo.- En una entrevista en vivo para Noticias SIN, el director del Instituto Nacional de Agua Potable y Alcantarillado (INAPA), Wellington Arnaud, aseguró que la República Dominicana vive «el mejor momento de su historia» en cuanto al suministro de agua potable.
Sin embargo, sus declaraciones contrastan con la realidad que enfrentan miles de dominicanos, quienes día a día sufren la falta de acceso al líquido vital.
Arnaud, en el marco de la Rendición de Cuentas de Luis Abinader, destacó que en 2024 se han invertido 8,000 millones de pesos en proyectos de agua potable, incluyendo el acueducto múltiple de Miches, el acueducto Cabo Rojo-Pedernales y la ampliación del acueducto de Maimón.
Según el funcionario, estas obras han garantizado un servicio de calidad en zonas turísticas y comunidades que históricamente han enfrentado problemas de suministro.
«Entregamos el acueducto de Miches tres meses antes de lo previsto, cumpliendo con ProMiches y los hoteles de la zona», afirmó Arnaud, quien también resaltó la planta de tratamiento de Villarribas y la mejora en el suministro de agua en Haina.
«Nunca antes Haina había tenido tanta agua», aseguró, reconociendo que hubo una queja reciente en el barrio Brooklyn debido a una falla en un pozo, pero que fue corregida «de inmediato».
Sin embargo, las palabras del director del INAPA parecen estar lejos de la realidad que viven millones de dominicanos.
En barrios y comunidades de todo el país, las quejas por la falta de agua son constantes. Vecinos denuncian que pasan días, e incluso semanas, sin recibir el líquido, mientras que otros reciben un servicio intermitente y de baja calidad.
La incredulidad de la población no es gratuita. A pesar de los proyectos mencionados por Arnaud, muchas comunidades siguen dependiendo de camiones cisterna y almacenamiento improvisado para cubrir sus necesidades básicas. Además, la falta de mantenimiento en las redes de distribución y la sobreexplotación de los acuíferos agravan el problema.
Mientras el director del INAPA invita a los ciudadanos a «visitar Miches» para comprobar los avances, la mayoría de los dominicanos solo esperan que el agua llegue, de una vez por todas, a sus hogares. Las promesas de un «mejor momento» en el suministro de agua suenan huecas para quienes siguen esperando que el líquido fluya, no solo por los tubos, sino también por sus grifos.
Por ahora, la población dominicana sigue preguntándose: ¿dónde está esa agua que, según las autoridades, sobra?
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