Introducción
1.- Hace unos días, escribimos un artículo con el título: «Un viaje y compartiendo con gente buena», en el cual expusimos lo bien que se siente la persona al momento de estar en unión de otras que generan bondad. En ese orden dijimos:
2.- Aspiramos y merecemos convivir; estar en compañía de gente buena; ponernos de acuerdo para en común hacer sana avenencia a los fines de, en paz, entendernos.
3.- Alegrarse y causar alegría es signo de estar divertido, animado, listo para hacer gozar a otros que bien merecen sentirse regocijados. Transmitir dulzura es llevar suavidad, grata bondad.
4.- Luego de desarrollar las ideas indicadas en los tres párrafos anteriores, precisamos que: El ambiente que dominicanas y dominicanos compartimos de manera habitual, no tiene nada para celebrar, exaltar ni mucho menos loar como el sitio que sirve de buen ejemplo para creerse estar en el paraíso.
5.- Lo que nos sirvió de causa para sacar de la mente los conceptos antes expresados, lo manifesté diciendo: En el curso de nuestra estadía en territorio estadounidense, pasamos unos días con dos esposos amigos, fieles devotos cristianos, y tuvimos la oportunidad de visitar e intervenir durante una comparecencia en el Instituto Teológico la Gran Misión, lugar para estudiar las Sagradas Escrituras.
I.- Distinción a la magistrada Eunisis Vázquez Acosta
6.- Por agradable coincidencia, el pasado día domingo, 29 del mes de octubre en curso, 2023, tuvimos la oportunidad de estar presentes en una actividad que nos llegó al alma, hizo que la alegría nos llenara por completo.
7.- La Catedral Primada de América, la principal iglesia de la diócesis de la capital dominicana, sirvió de espacio físico para congregar a las personas que con gusto asistimos para ser testigos del merecido reconocimiento de que fue objeto la licenciada Eunisis Vázquez Acosta.
8.- Todos aquellos que nos reunimos para acompañar a la licenciada Eunisis Vázquez Acosta, con motivo de la distinción de que se hizo merecedora, sabemos de su entrega a la práctica del más auténtico cristianismo, llevado con generosidad y absoluta buena voluntad.
9.- La licenciada Eunisis Vázquez Acosta, desde siempre ha ligado su inclinación por la justicia como juez en el seno del Poder Judicial, ahora como magistrada del Tribunal Constitucional Dominicano.
10.- Los que bien conocemos a la licenciada Vázquez Acosta, sabemos de su sentir solidario, expresado en sus aportes a los desvalidos, en procura de hacerles la vida menos pesada.
11.- Eunisis Vázquez Acosta, recibió con humildad la más alta distinción Pro Ecclesia et Pontifice, que es otorgada a quien presta largo y excepcional servicio a la Iglesia Católica y a la sociedad.
12.- Eunisis, en el curso de su exposición de agradecimiento, además de dejar ver su compasión por las desgracias ajenas, hizo constar que el homenaje a su persona, la une más a su iglesia y fe cristiana.
13.- En ese orden especificó: «Este reconocimiento no es un punto de llegada, o el fin de un tramo o etapa, sino un estímulo para seguir caminando con mayor dedicación y servicio a mi Iglesia; lo hago, como afirma nuestro querido santo padre, Papa Francisco, «en comunión sinodal y en una Iglesia de puertas abiertas y llena de misericordia, y que sabe ir a las periferias; allí donde están los últimos y los más necesitados de nuestra sociedad».
14.- Siguió diciendo la magistrada Vázquez Acosta: «Es, igualmente, un compromiso para continuar rezando fervientemente, por la Paz en el mundo, en estos momentos tan difíciles para la humanidad del siglo XXI. Es un regalo para seguir amando más a mi comunidad, y a nuestros pastores, especialmente a nuestro querido Sr. Arzobispo; y, en él, para amar a toda nuestra Iglesia Católica». «Es una ocasión para reflexionar sobre la importancia de la responsabilidad y la misión que desempeñamos en todas las áreas de nuestras vidas. Ya sea en el ámbito profesional, en el servicio a la comunidad, o en el cuidado de nuestras familias; cada uno de nosotros tenemos la responsabilidad de ser luz en medio de la oscuridad, de ser instrumentos de amor y esperanza, y de ser promotores y artífices de paz y concordia, de justicia y de equidad».
15.- Para concluir su exposición al agradecer la distinción, la magistrada del Tribunal Constitucional, hizo constar: «El reconocimiento que hoy se me otorga, no solo es un reconocimiento a mi persona y labor, sino un estímulo y recordatorio de lo importante y necesario que es continuar trabajando en favor del bien común de nuestra sociedad, y de seguir sirviendo a los demás con generosidad y con mucho amor. Es mi deseo colocar esta medalla en las manos y en el corazón de nuestra Madre, la Virgen María, y pedirle que, presente este don a los pies de su Hijo, Jesucristo, nuestro Salvador, a quien le pido que su bendición nunca nos abandone».
II.- Idea final
16.- La distinción a la magistrada del Tribunal Constitucional Dominicano, Eunisis Vázquez Acosta, debe servir de motivación para que lo mejor de nuestro pueblo sepa valorar a quienes, como Eunisis, se dedican a administrar justicia en los órganos jurisdiccionales, y a predicar el cristianismo, el amor al ser humano, el respeto a su integridad, la preocupación por su bienestar y por el desarrollo de sus más elevadas cualidades morales.
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