REDACCIÓN.- El asma es una de las principales enfermedades no transmisibles (ENT) tanto en niños como adultos. En el mundo afecta a más de 339 millones de personas y puede presentarse en cualquier etapa de la vida, debido a factores como predisposición genética, irritantes químicos, contaminación atmosférica y exposición ambiental a sustancias y partículas inhaladas que pueden provocar reacciones alérgicas o irritar las vías respiratorias.
Existen aspectos que pueden agravar un cuadro de asma ya existente; convirtiéndola en asma severa, la cual sin un debido tratamiento puede reducir la función pulmonar a un 60% y en casos graves provocar la muerte. Este tipo de asma es persistente y sus síntomas pueden aparecer frecuentemente, limitando al paciente a realizar actividades cotidianas.
“Este grado severo puede iniciar como cualquier otro tipo de asma y posteriormente agravarse, o bien ser desencadenado por una enfermedad respiratoria como la neumonía o incluso cambios hormonales. Puede diagnosticarse en un nivel de atención primaria, sin embargo, lo recomendable es verificar el diagnóstico con un especialista, para establecer las implicaciones terapéuticas del paciente”, indicó el Dr. Esteban Coto, Director Médico de AstraZeneca para Centroamérica y el Caribe.
El asma severa se puede controlar con medicación y es necesario identificar y tratar los factores que puedan detonar la enfermedad, como la mala técnica inhalatoria o abuso de la misma, exposición frecuente a desencadenantes y descuido o falta de disciplina en el control médico. Se estima que el 45% de los pacientes asmáticos fallecidos no solicitaron asistencia médica en su última crisis por lo que es relevante que reconozcan los signos de advertencia.
Como parte del control médico regular, se busca reducir la inflamación en las vías aéreas, minimizar la exposición a factores proinflamatorios y vigilar las comorbilidades que pueden empeorar el asma, pues un mal control de la enfermedad es equivalente a crisis más frecuentes, a un mayor impacto en la calidad de vida del paciente y a la posibilidad de un broncoespasmo. En el mundo, 150 millones de personas con asma podrían presentar un broncoespasmo evitable, conociendo su condición, las implicaciones directas que la enfermedad puede causar y con un manejo correcto de la medicación.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), asegura que al continuar las estadísticas de esta manera y no tomar acciones urgentes en los próximos siete años, la mortalidad a causa de esta enfermedad podría aumentar. Según Global Initiative for Asthma, el asma severa representa el 3.7% (equivalente a 12.543.000 personas) de la población de asmáticos, convirtiéndose en un desafío médico y una carga sanitaria importante a nivel mundial. Se estima que, por cada mil egresos hospitalarios por asma, 1.8% fallece.
AstraZeneca busca crear conciencia y sensibilizar a la población en todo lo que implica la enfermedad, sobre todo ante los escenarios actuales donde las personas con el padecimiento podrían ser más susceptibles a infecciones y comorbilidades crónicas. “Hay una serie de brechas actuales con las que se encuentran los asmáticos, muchos no cuentan con un acceso igualitario a una atención médica y, además, desconocen acerca de la enfermedad y los tipos existentes de la misma, impactando el estado general de salud. Hacemos un llamado para que los pacientes busquen en sus especialistas un adecuado manejo y control del asma y evitar complicaciones mortales en la población que vive con la enfermedad”, concluyó el Dr. Coto.
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