Tras casi tres años de lawfare, la procuradora Yeni Berenice Reynoso reina en su circo judicial que más bien parece una marisquería a la que va añadiendo ingredientes. Ahora toca al calamar. Si corre igual suerte que el pulpo y demás dudo que su cocinao salga bueno.
Con un cuestionable empeño mediático filtrando alegatos sin pruebas y afán por privar de libertad a imputados que han comparecido a todas sus citaciones, el Ministerio Público ha sido incapaz de concluir ningún caso y otros ni comienzan. Ahora arranca con tres exministros del círculo íntimo de Danilo Medina, su “penco” Gonzalo Castillo, Donald Guerrero y José Ramón Peralta, repitiendo el burdo guión de trancarlos en vez de procesar debidamente. Así no se adecenta la política ni la Justicia.
Esa fiscal lleva tres años trancando y difamando sin haber logrado armar ningún expediente suficiente para condenas. Apoyo que cualquier imputado por corrupción sea procesado debidamente, respetando sus derechos, y sinceramente creo que este país necesita adecentar la función pública. Pero no es cierto que todos o sólo los del gobierno anterior son los corruptos ni que sólo con circo se satisface el ansia de justicia del pueblo.
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